Las universidades cubanas contribuyen, con la formación de nuevos trabajadores, a retocar con inteligencia y entusiasmo juvenil, la obra científica del Centro de Investigaciones de Ecosistemas Costeros (CIEC) de Cayo Coco, en la provincia de Ciego de Ávila, cuyo colectivo realiza estudios en varios sitios del país, dirigidos al manejo de los recursos naturales en aras del desarrollo sostenible.
A esta institución avileña está vinculada Lisadys Bárbara Dulce Sotolongo, estudiante de la Universidad Martha Abreu, de Villa Clara. “Desde el primer curso de la carrera –declara la joven– vengo a este centro a realizar las prácticas y me ha motivado investigar sobre el impacto de la restauración de Laguna Larga, en Cayo Coco.
“Ahora en el quinto año de la carrera preparo mi tesis de grado en opción al título de Licenciada en Biología, justamente acerca del comportamiento de la comunidad de los peces que ha disminuido en dicha laguna costera, la cual fue afectada por la construcción de hoteles para el desarrollo turístico, cuando aún no estaba aprobada la Ley de medio ambiente.
“Estoy tomando variables abióticas para efectuar una comparación y dar un resultado final. No obstante, es cierto que no hay abundancia, pero allí los peces no desaparecieron totalmente, habitan dos tipos de pargo, también roncos, chopas y otras especies. Incluso, a partir de la construcción de nuevos canales de comunicación con el mar, son menos turbias las aguas y en el fondo se observa vegetación marina”.
Aleinny Barredo Yera, graduada de licenciatura en Radioquímica, en el Instituto de Investigaciones Nucleares de La Habana, lleva algo más de cuatro meses en la institución científica avileña. “Desde que llegué me enseñaron el laboratorio que dispone de las condiciones necesarias y he recibido el apoyo de todos los trabajadores.
“Mi primera experiencia en el terreno fue un trabajo que realizamos en el puerto de Casaza, donde necesitaban una licencia ambiental para la ejecución de un nuevo proyecto, tuve a cargo allí los estudios para determinar la calidad del agua.”
Para Claudia Bustamante López, graduada de licenciatura en Biología, en la Universidad de la Habana, uno de los valores más significativos del colectivo es su “gran calidad humana que es tan bella como la naturaleza circundante, por eso invito a que nos visiten los estudiantes de esta carrera en las universidades del país, pues en este centro participo en los estudios de la vegetación marina y tengo amplias posibilidades para la superación profesional en otras esferas”.
Este trío, junto a otros compañeros recién incorporados, potencian las investigaciones del colectivo que tienen gran impacto económico y ambiental, tal como la que deviene herramienta de trabajo para el manejo de los ecosistemas marino-costeros del sur de Ciego de Ávila, en especial del Parque Nacional Jardines de la Reina, por sus actividades de buceo contemplativo y pesca recreativa en el área.
Además de belleza, también estas jóvenes pueden aportar talento y jovialidad a los programas del 2015, entre los cuales se incluye el que pretende conocer las características y los servicios ambientales que puedan brindar las zonas costeras de Cayo Coco, Cayo Sabinal, Nuevitas, y posiblemente las de Cayo Cruz y Cayo Romano, según informó el Doctor en Ciencias Roberto González de Zayas, subdirector del CIEC.