Santa Clara.— Aunque el clásico boxístico nacional tiene carácter individual, la pugna entre provincias deja las pistas necesarias para evaluar el estado actual de la disciplina en el país. En esta ocasión pocos dudan que Matanzas mostró los mayores progresos.
Cinco medallas (1-2-2) y tres finalistas fue la cosecha principal del elenco yumurino, capaz de subir más veces al podio que potencias tradicionales como La Habana (4), Santiago de Cuba (4) y Pinar del Río (2). Además disfrutó la coronación del minimosca Santiago Amador, un privilegio que no vivía desde que en Guantánamo 2000 el gigantón Alexis Rubalcaba conquistó la cuarta faja de su carrera.
Amador, Luis Oliva (64 kg), Javier Ibáñez (56 kg), Andy Cruz (56 kg) y Lázaro Barrueto (49 kg) protagonizaron la destacada actuación, aunque el monarca mundial y olímpico juvenil Jordan Hernández (+91 kg) también mereció elogios pese a no llegar a las preseas.
Con estas y otras noveles figuras, los estrategas de la Atenas de Cuba prevén regresar a planos cimeros en las próximas ediciones, para hacer honor a una historia de 29 títulos nacionales (sexto lugar), edificada con una pléyade de estrellas, entre las cuales no puede omitirse a Andrés y Gregorio Aldama, Orestes Pedroso, Gilberto Carrillo, Ramón Goire, Dihosvany Vega, Rubalcaba y otros.
Omar Doble Hernández, actual comisionado provincial de boxeo en Matanzas, indicó como claves de los resultados el serio trabajo del colectivo de entrenadores; el tránsito de varios boxeadores por toda la pirámide hasta el equipo Cuba; y la presencia de la disciplina en los 13 municipios del territorio, hecho posible gracias a disponer de 67 técnicos, 33 de ellos licenciados en Cultura Física.
“El rescate de varias copas provinciales y nacionales han ayudado al crecimiento del boxeo matancero. Hoy contamos con un grupo de jóvenes que dentro de dos o tres años pueden llevarnos a mejores posiciones en el torneo Playa Girón”, consideró el directivo.
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