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Hacia arriba solo el trabajo ayuda

Foto: César A. Rodríguez
Foto: César A. Rodríguez

Luego de un año con un crecimiento económico muy discreto y por debajo de lo planificado, el análisis en la sesión ordinaria de nuestro Parlamento concentró su atención en el incremento de poco más del 4 % del producto interno bruto previsto para el 2015.

Varias claves apuntan a que esta meta no solo es necesaria y tensa, sino también posible, en ese empeño por iniciar un ritmo más sostenido de despegue económico que nos ponga en el ansiado camino de un socialismo próspero y sostenible.

El hecho de disponer con suficiente antelación de un mejor aseguramiento financiero en comparación con el inicio del 2014, incluyendo recursos que ya están en poder de algunos sectores decisivos, ofrece una oportunidad que es indispensable calzar con más organización y trabajo sistemático.

Otro punto de partida esencial para alcanzar tales propósitos es el respaldo de portadores energéticos para todo incremento o nivel de actividad inscrito en el plan de la economía.

El salto previsto en las inversiones, cuya proyección llega casi al tope de la capacidad constructiva del país, con prioridad para el sector productivo y la infraestructura, también tiene detrás una garantía de suministro de materiales, según explicó el vicepresidente del Consejo de Ministros, Marino Murillo Jorge.

El aumento en la circulación mercantil, en particular en la mayorista, que debe crecer el 55 %, ha de ser un elemento dinamizador para un superior desenvolvimiento de las empresas y cooperativas, al detener el desabastecimiento que caracterizó el mercado interno en este 2014.

También será fundamental una mayor disciplina en el sistema empresarial, con un mejor aprovechamiento de las posibilidades que abre la gradual descentralización de facultades y otorgamiento de autonomía para la toma de decisiones en la base productiva, incluyendo nuevas relaciones financieras con el Presupuesto del Estado que les permitirá mayor solvencia y disponibilidad de fondos.

Están claros los seis indicadores directivos a medir para evaluar la gestión de una entidad y los límites para maniobrar con incentivos y pagos por resultado, que nunca deben comprometer el llamado gasto de salario por peso de valor agregado bruto. O dicho de otro modo: solo donde se genere más riqueza, los trabajadores podrán obtener superiores ingresos.

Porque pagar mayores salarios sin el correspondiente respaldo productivo, como dijo el Presidente Raúl Castro Ruz, “hay que considerarlo como una indisciplina grave, muy grave y debe ser enfrentada resueltamente por los dirigentes administrativos y también por las organizaciones sindicales”.

También habrá una política firme para frenar el fenómeno de las empresas con pérdidas, desviaciones económicas todas donde resulta vital el papel del movimiento sindical en su exigencia hacia las administraciones, como garante de los intereses no solo de cada colectivo laboral, sino del conjunto de la clase trabajadora y para beneficio de nuestra sociedad.

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