En el 2008 la producción de yogur de soya en Cuba ascendió a 189 mil toneladas y en los 6 años transcurridos las insuficiencias afrontadas no han permitido superar ese nivel productivo, conocieron los miembros de la Comisión parlamentaria de Atención a los Servicios.
Iris Quiñones, presidenta del Grupo Empresarial de la Industria Alimentaria, informó a los diputados que entre las razones que han determinado tales incumplimientos se cuentan insuficiente capacitación técnica, violaciones de procedimientos de trabajo y de planes de prevención e inestabilidad de la materia prima. Así como graves problemas con los equipos que garantizan el mantenimiento del producto, incumplimientos de los planes de inversión y la poca liquidez financiera.
La funcionaria del Ministerio de la Industria Alimentaria y la Pesca dijo que actualmente todas las líneas de producción de yogur de soya en el país laboran por debajo del 50 % de su capacidad, salvo en Pinar del Río, Artemisa, Matanzas e Isla de la Juventud, que lo hacen para el 70 por ciento.
En su explicación a los parlamentarios, Quiñones informó que para alcanzar las 200 mil toneladas hay que realizar inversiones por más de 22 millones de dólares, algo imposible en las condiciones actuales.
A pesar de esa realidad, la funcionaria subrayó la estrategia asumida por su ministerio y dijo que para el 2015 habrá que asegurar los sistemas de vapor y frío en todas las fábricas, y en 2016 estará garantizada la calidad e inocuidad necesarias.
“En el próximo año debemos producir 179 mil toneladas, mientras que a partir del 2017 ―ya con todas las líneas en pleno funcionamiento― se podrán alcanzar las 200 mil toneladas del producto, algo de vital importancia para la liberación total de su venta a la población”, indicó.