Por: Yimel Díaz Malmierca y Juan Dufflar Amel
Luego de 30 años en el servicio exterior de su país, Kambiz Sheik-hasaani fue nombrado embajador de la República Islámica de Irán en Cuba. En su primera entrevista a un órgano de prensa nacional confesó a Trabajadores que esta designación es un honor pues trae la encomienda de su presidente, el doctor Hassan Rohani, de continuar fortaleciendo las relaciones con un país considerado por ellos como uno de los ejes de la solidaridad entre las naciones y Gobiernos de América Latina.
“Concentraré mis esfuerzos en promover y fortalecer al mayor nivel posible los vínculos entre ambos países. Estoy seguro de que los ideales comunes de la Revolución cubana y la nuestra, el enfoque positivo de sus líderes y el mutuo apoyo servirán a mi empresa”, aseveró.
El diplomático significó que tras el triunfo de la revolución iraní, en 1979, la embajada de Cuba fue una de las primeras en establecerse en Teherán. Desde entonces las relaciones políticas son excelentes. Lo evidencia el intercambio de visitas entre los sucesivos presidentes de ambos países y de otras delegaciones de alto nivel. También las periódicas consultas en temas del ámbito internacional y la concertación de criterios en el enfrentamiento a las políticas discriminatorias y de doble rasero promovidas desde los centros de poder.
En tal sentido, subrayó que “Cuba ha sido una de las naciones que más nos ha apoyado en lo concerniente al diferendo sobre uso pacífico de la energía nuclear y en el rechazo a las sanciones y resoluciones sobre los derechos humanos contra Teherán”.
En reciprocidad la República Islámica tiene entre sus prioridades la defensa en la arena internacional de los derechos de la nación cubana, y la necesidad de poner fin al bloqueo económico, informal y financiero impuesto por el Gobierno de Estados Unidos a la Mayor de las Antillas.
Acerca de la colaboración económica comentó que hay muy buenas perspectivas: “Entre las prioridades figura avanzar en el acuerdo de comercio compensado y en el de la colaboración farmacéutica, biotecnológica, nanotecnología, la agricultura, la educación y otros campos”, agregó.
“Irán es una nación pacífica y amante de la paz — contó—, en los últimos 200 años nunca hemos atacado a ningún otro país, aunque desafortunadamente sí hemos sido agredidos y también ocupados militarmente cinco veces durante la I y la II Guerras Mundiales. En la década de los 80 el entonces presidente de Irak, Saddam Hussein, impuso al pueblo iraní una guerra totalmente injusta. Pero desde hace 35 años, luego del triunfo de la revolución en la República Islámica de Irán, hemos trabajado por la preservación de la paz. Por eso la nación persa ha tenido una participación directa y efectiva en los conflictos de Afganistán, Tayikistán, Armenia y Azerbaiyán y en el enfrentamiento a los terroristas del autollamado Estado Islámico en Iraq y Siria.
Saludamos y acogemos la idea de la integración de los países de América Latina, comentó acerca de las cumbres del Alba y Caricom-Cuba que recientemente han tenido lugar en La Habana. Durante los últimos 15 años hemos fortalecido las relaciones con los países miembros del Alba con los que, desafortunadamente, compartimos una historia similar. Ustedes han sufrido la prepotencia y el coloniaje, y nosotros hemos pasado por algo similar. Ambos hemos aprendido que separados es más fácil caer bajo el dominio de los grandes imperios. En cambio, si nos unimos, la victoria será nuestra. Desde Irán admiramos a esos grandes precursores del movimiento integrador en la región que son Fidel Castro Ruz y Hugo Chávez”.
Kambiz Sheik-hasaani elogió el rol de avanzada que ha ocupado Cuba en el enfrentamiento a la epidemia del ébola: “Han tenido dificultades para accionar debido a las presiones del vecino del Norte, pero tiene un gran y valioso corazón”, destacó.
En su condición de iraní musulmán, el embajador se mostró preocupado por lo sucedido con el patrimonio en su región: “Me enorgullezco de los más de 2 mil 500 años de historia que tenemos y siento una gran insatisfacción al ver que grupos como Al Qaeda, los talibanes, y ahora el Estado Islámico, han destruido el patrimonio histórico de Afganistán, Siria, Iraq… Las naciones de esta región provienen de una civilización muy antigua y ese tesoro ya pertenece a la humanidad, nadie tiene derecho a destruirlo”.
