Arte, utilidad y oficio en textiles de Karen Santín

Auspiciada por el Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC), este fin de semana comenzó en Pabexpo la XVIII Feria Internacional de Artesanía (Fiart 2014), con la presencia de más de 70 firmas de expositores de 18 países, buena parte de ellos correspondientes a Latinoamérica, quienes han puesto a disposición del público habanero sus más recientes realizaciones.

Entre los 270 artesanos cubanos que participan en esta edición se encuentra la joven Karen Santín, cuyos diseños de ropas y otros atuendos especialmente destinados al criollo clima caribeño ya se han hecho imprescindibles —esta es su tercera concurrencia— en el multitudinario encuentro, fundamentalmente concebido para exhibir las potencialidades de la industria cultural isleña en la producción de muebles, calzados, cerámica, textiles, herrería y otros.

Tanya, como se titula la firma de vestidos de esta muchacha graduada en Bogotá, Colombia, de varios cursos de diseño de joyas y textiles, posee una noble procedencia en su denominación, pues rememora a su madre —de igual nombre— fallecida de forma repentina hace pocos años, suceso que la instó a incursionar con fuerza en el arte del diseño de indumentarias especialmente pensadas desde la cultura y la idiosincrasia de la mujer insular.

Las propuestas de Santín están muy en correspondencia con la exhortación hecha por el FCBC de exhibir en Fiart 2014 artículos que evidencien el desarrollo de la artesanía y el diseño nacionales, amén de la altura profesional de nuestros artesanos artistas.

Los trajes de baño constituyen el principal renglón del sello Tanya. Esa línea está concebida con el fin de que las trusas para niñas, jóvenes y mujeres adultas, no solo atraigan por sus cuidadosas elaboraciones, sino además porque faciliten el lucimiento de la figura femenina y las hagan sentir cómodas y seguras. A estas se agregan los pareos y las blusas con cierre cruzado, hechas para protegerse de los rayos ultravioletas, y muy útiles cuando no se está en el agua o en los paseos por la orilla del mar.

En la habilitación de su estand de Pabexpo, la también graduada en fotografía, modas y prensa publicitaria, contó con el cariñoso aporte de su dinámico y octogenario padre y de su sensible hermana Tania, quienes convocados por el amor a la ausente Tanya convirtieron en muestrario multicolor los aproximadamente seis metros cuadrados que allí ocupa su firma y donde además de las sugerentes prendas para el eterno verano cubano, proponen otros trabajos textiles entre los que sobresalen los maxivestidos, propicios tanto para una mañana muy especial y calurosa, como para una noche de glamour.

Entre las prendas sobresalen los colores intensos y lisos, escotados y con tejidos dóciles, los cuales resaltan por sus caídas y sexi ajustes que preponderan la belleza femenina, sobre todo si van acompañados de accesorios, como las finas bisuterías igualmente diseñadas por Santín —gargantillas o collares con tejidos a mano, cuentas y cristales—, quien busca adjudicar un look de impacto, gestión en la que se apoya de las críticas y sugerencias de sus hijos Ana Beatriz y Sergio Alberto, de 14 y 11 años, respectivamente.

Los atavíos de vestir de la firma Tanya, asimismo, ofrecen la posibilidad de realizar disímiles combinaciones: blusas, sayas, pantalonetas, shorts… pueden indistintamente asociarse de acuerdo con los gustos y preferencias individuales, de lo cual surgen armoniosos conjuntos que resaltan el estilo y la personalidad, en una perfecta armonía entre lo urbano y lo refinado.

Además de estas versátiles creaciones con atractivos colores —amarillo, naranja, verde, azul, rojo…—, Santín también incursiona en la producción de piezas estampadas, algunas de ellas hechas en su taller, como los diseños florales sobre satín blanco. Otras telas adquiridas por ella e impresas industrialmente poseen formas digitales simétricas, que favorecen la visualidad de las pantalonetas y los shorts igualmente exhibidos en su estand de Fiart 2014.

Iniciada en el modelaje gracias a su bien estructurada y elegante figura, Santín es una persistente estudiosa del arte del buen vestir y apuesta porque su emblemática firma Tanya continúe ganando reconocimiento entre las féminas cubanas, para las que concibe sus creaciones ideadas desde la máxima de Fiart: Arte, utilidad y oficio.