El XX Congreso de la CTC ratificó entre sus objetivos de trabajo sistematizar la historia y preservar el patrimonio histórico, como vía esencial para contribuir a reforzar el sentido de pertenencia de los colectivos laborales; y consideró esencial en este propósito la participación de los trabajadores con más experiencias, principalmente de activistas jubilados, afiliados a las secciones sindicales en los centros de trabajo.
Y ese objetivo tiene en el sector del Turismo en Las Tunas la confirmación de su viabilidad. Así lo demuestra el licenciado José Ramón Campaña Tejeda, devenido historiador de esa organización sindical, nombramiento ganado a fuerza de pasión y entrega que ha encontrado nuevas motivaciones tras su jubilación.
Gracias a su persistencia hoy los interesados, para acercarse al tema, no tendrán que andar desapolillando archivos, bastará consultar a este hombre locuaz y servicial para saber que el Comité Provincial del Sindicato Nacional de Trabajadores de Hotelería y Turismo (SNTHT) aquí se constituyó el 5 de octubre de 1995, tenía entonces 443 afiliados, quienes laboraban en las cuatro empresas existentes en esta zona, entre otros detalles de la memoria histórica.
Y de la génesis se aproxima a la actualidad, porque la historia nace en la obra cotidiana de los hombres y mujeres, y el investigador no ceja en aprehenderla, con datos que demuestran cómo la industria sin humo comienza a afincarse en esta zona del oriente cubano: “Al cierre de abril de este año ya somos mil 274 los afiliados al sindicato, cifra que incluye a 252 trabajadores no estatales y 31 jubilados; y son12 las empresas que operan actualmente en la zona”, dice Campaña.
Esta investigación, denominada “Memoria histórica del Sindicato Provincial de los Trabajadores de Hotelería y Turismo se realizó partiendo de los principios y objetivos diseñados para este sector, recogidos en los reglamentos y estatutos aprobados en sus congresos”, explica Campaña Tejeda.
Más allá del sindicato…
Sus pesquisas transcienden el quehacer sindical y dan una mirada escrutadora al surgimiento y desarrollo de esta industria en el territorio, incluido ahora en la cartera de negocios que propone Cuba a la inversión extranjera, y los atraídos por esta tentadora oferta tienen en Las Tunas y el Turismo: síntesis histórica -lastimosamente todavía sin tinta de imprenta-, un texto de gran utilidad estratégica para proyectar el futuro.
En el mismo aparecen coherentemente estructuradas respuestas fieles a múltiples interrogantes: ¿Cómo y cuándo Fidel, Líder Histórico de la Revolución, llamó la atención sobre las potencialidades turísticas de esta provincia? ¿Cuándo comenzó a gestarse el embrión del turismo en Las Tunas? ¿Cuáles fueron las primeras instalaciones incorporadas a esta industria? ¿Quiénes son los protagonistas del inicio y su desarrollo? ¿Qué potencialidades tiene esta zona para el desarrollo de la actividad turística? ¿Quiénes fueron los primeros directivos?…
El investigador cuenta su historia
-¿Cómo surgió la idea de hacer este compendio?
“En el año 2004 Ricardo Carballo Ávila, entonces secretario general del Comité Provincial del SNTHT en Las Tunas, me pidió escribir las memorias de la organización en sus primeros años, y el 10 de octubre del 2006 ya tenía terminada la indagación, la cual abarcó hasta el 2005.
“La idea y los resultados me entusiasmaron y seguí investigando, ahora enfocado en la memoria del Hotel Las Tunas donde trabajé muchos años, y la presenté el 11 de junio del 2008, en ocasión del cumpleaños 25 de la instalación.
“Esos primeros pasos me sugirieron otros temas de búsqueda: ¿Qué teníamos antes de 1959 y cómo impactó en esta actividad el triunfo de la Revolución en la infraestructura: los hoteles y la red extrahotelera? Así comencé un proceso largo y de muchos sacrificios que duró cuatro años (2009-2012)”.
-¿Cómo organizaste la exploración?
“Inicié elaborando una guía de 14 preguntas y me fui a los archivos de la provincia, examiné documentos y realicé un amplio trabajo de campo que me permitió acopiar todo lo que me parecía de utilidad para la encomienda”.
-Entonces, ¿te resultó fácil la exigente encomienda?
“De ninguna manera. La investigación iba muy lenta y había muchos obstáculos, pues tenía que lidiar con directores, jefes de Recursos Humanos y de los departamentos de Economía, dirigentes sindicales. Me resultaba difícil hacer las coordinaciones. Hasta que el 17 de enero del 2010, Manuel Guerrero García, a la postre delegado del Ministerio del Turismo (Mintur) en la provincia, me pidió que no cejará en el empeño y agrupara toda la información en un libro.
“A partir de ese momento las cosas comenzaron a cambiar. Me invitaron, para hablar del proyecto, a una reunión del consejo de dirección en la que estaban presentes funcionarios del Partido y del Mintur. Después organizaron cinco encuentros con los factores del sistema implicados en las pesquisas y fueron nombrados 38 colaboradores, quienes hicieron el trabajo de campo sobre la base de la guía de preguntas previamente elaborada. También recibí el apoyo de la escuela de Formatur, donde me ayudaron a digitalizar y corregir el trabajo. Sin esa intervención hubiese sido imposible coronar el éxito”.
-¿Cuáles fueron los principales obstáculos?
“Fueron varios e interesantes, pero quiero destacar dos que pueden servir de experiencia a quienes dirijan o acometan una tarea similar: la incomprensión de varios directores, que se negaban a colaborar a pesar de que lo había decidido el Delegado; y casi todo el trabajo de campo, dentro y fuera de la capital provincial, acometido por mí lo hice con recursos propios, a veces a pie, otras en guaguas, sin aseguramientos de alimentación, ni dietas. Pero valió la pena. Ahí está el libro, que era algo más que un sueño”.
-¿Alguna frustración?
“Sí, pues el libro está aprobado por la sección científica de Formatur y tiene el visto bueno del Presidente de la Comisión Nacional de Historia del Mintur; sin embargo, ya llevo un año de gestiones infructuosas con la noble intención de verlo editado”.
Esfuerzos y resultados como estos, de los que están urgidos el movimiento sindical cubano y la nación, merecen una mayor atención, pues se trata de preservar la memoria histórica, y, en ese afán, tienen que andar unidos la teoría y la práctica.
