Surgida en junio del año 2005, la tertulia Memorias de la guerra —tercer jueves de cada mes, a las tres de la tarde, en 19 esquina a F, en El Vedado—, tuvo como primer tema una conferencia sobre la vida y obra del Generalísimo Máximo Gómez, pronunciada por el historiador Raúl Rodríguez La O, y la presentación del libro. Radiografía del Ejército Libertador, obra multipremiada del fallecido historiador Francisco Pérez Guzmán.
Rodríguez La O, carismático y locuaz, puso todo su empeño y maestría como conductor de este espacio, que ocupa la Sala Federico García Lorca, del Centro Cultural Dulce María Loynaz. A partir de entonces, Memorias de la guerra ha tenido siempre con invitadas, a grandes personalidades del campo de la cultura o más concretamente del de la historiografía, o testigos de aconteceres, hechos históricos, en especial relacionados con hechos bélicos y temas militares.
Así lo explicó a Trabajadores el Doctor Joel Cordoví Núñez, Vicepresidente del Instituto de Historia de Cuba (IHC) y miembro de número de la Academia de la Historia de Cuba, actualmente a cargo de la conducción del espacio, quien aclaró:
“Aun cuando el nombre Memorias de la Guerra pueda dar a entender de que está concebido y exclusivamente limitada a temas de esa índole, por él han pasado figuras de nuestra cultura como Cintio Vitier y Fina García Marruz, así como destacados historiadores, entre los cuales figuran Oscar Zanetti, Pedro Pablo Rodríguez, Mario Mencía y Jorge Ibarra Cuesta. Desde luego, el centro fundamental siempre han sido las exposiciones y los debates acerca de nuestro devenir histórico.
“El espacio alcanzó tanta fuerza desde la arrancada, que al año tuvo una edición en la Feria del Libro de Caracas, Venezuela, con la asistencia del general de brigada Harry Villegas —el Pombo de la guerrilla del comandante Ernesto Guevara, Che, en Bolivia— y de Ulises Estrada, quienes trataron acerca de la personalidad del inolvidable revolucionario detenido y asesinado el 9 de octubre de 1967, por orden de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA)”.
El Doctor Cordoví Núñez comenta que Memorias de la guerra ha tenido dos momentos: el primero, del 2005 a finales del 2013, bajo la conducción de Rodríguez La O; y otro, a partir de enero de 2014 en que él decidió no continuar al frente de la tertulia, y con el ánimo de mantenerla, el Centro Cultural Dulce María Loynaz propuso al IHC que se encargará de ella.
Añade que el IHC aceptó a pesar del reto que representaba, pues ya Memorias de la guerra contaba con un público muy fiel, bastante nutrido.
“Las tertulias son grabadas, de ahí su condición de importante fuente oral importante, al quedar recogidas las experiencias, las voces, de cuantos han pasado por ese espacio a lo largo de los años, por lo cual constituyen material de referencia al cual pueden acceder historiadores y otros estudiosos de la historia.
“Tanto con Rodríguez La O como con nosotros, Memorias de la guerra mantiene su finalidad: promover la historia de Cuba, la historiografía cubana, darle impulso, que se convierta en un espacio de información, pero también de reflexión y debate.
“A veces son historiadores de renombre, y testigos de un determinado momento de la historia que ofrecen un testimonio de valor incalculable”, puntualiza.
El historiador precisa que la idea fundamental de Memorias de la Guerra es incentivar el conocimiento y el debate en torno a nuestra historia. “Es una dicha que los historiadores podamos contar con un espacio de este tipo. Pienso que lo que hay es que aprovecharlo. Lo importante es aprovecharlo”, concluye.