Veracruz.- El pentacampeón mundial y dos veces olímpico, el pinareño Mijaín López, conquistó la noche de este miércoles su primera corona en Juegos Centroamericanos y del Caribe, al dominar la división de los 130 kg en la lucha grecorromana.
El gigante cubano apabulló en su primera presentación al panameño Raúl Suterlam (9-0) y en semifinales fue superior al venezolano Rafael Barreno por 8-0.
En la final se preveía un desenlace similar, pero el dominicano Ramón García fue dado como lesionado y no subió al colchón.
Mijaín no asistió a San Salvador 2002 ni a Mayagüez 2010, como toda la delegación cubana, y en Cartagena de Indias 2006 no fue realizado su evento por falta de quórum. Por esa razón debió esperar casi al final de su carrera para conquistar un título que podríamos denominar menor, si nos atenemos a su estelaridad.
Su victoria fue la quinta de los grequistas en el certamen veracruzano, la mayor cantidad posible y con la cual se erigieron campeones.
Al bajar del colchón, sin un ápice de sudor ni cansancio, Mijaín dialogó con la prensa cubana…
«La ausencia del rival en la final pudo haber sido una estrategia, pero la medalla era segura, como esperaba nuestro pueblo», indicó para empezar.
«Me tocó un evento fácil, pero disfrutaré igual la victoria. Los combates fueron cómodos, al nivel de Centroamérica y el Caribe y por eso no traía grandes expectativas», comentó relajado.
«Esta presea era el clavo que faltaba en la pared, la única que no tenía en mi vitrina, y el granito de arena que podía darle a nuestra delegación», añadió.
Sobre la lucha cubana actual opinó que se ha presentado a gran nivel: «los grequistas nos comportamos al máximo posible, y las mujeres y libristas que faltan por luchar no faltarán al compromiso de alcanzar el éxito que todo nuestro pueblo espera».
Sobre su futuro inmediato, el campeón señaló; «cuidar el peso y las lesiones, seguir con el mismo espíritu e ímpetu para obtener en 2015 la sexta corona mundial y la clasificación olímpica. Luego iré en busca de la tercera medalla de oro olímpica, en Río de Janeiro 2016».