La discóbola cubana Denia Caballero consiguió el oro e impuso nuevo récord regional en su especialidad en los XXII Juegos Centroamericanos y del Caribe, siendo secundad en el podio por su coterránea Yaime Pérez.
Caballero en su tercer intento lanzó el implemento hasta los 64.71 metros, marca con la que quebró en anterior primado de 63.76, establecido en la cita de La Habana 1982 por la también cuban maría Caridad Betancourt.
Por su parte, Yaime Pérez obtuvo el segundo escaño con su primer disparo (62.42), aunque luego cometió tres faltas en los intentos 2, 4 y 6 y apenas sobrepasó los 60 metros con el quinto de sus envíos.
Esta fue la séptima medalla de oro para el atletismo cubano, y certificó el dominio de la isla en esta modalidad, pues entre los hombres la corona correspondió a Jorge Fernández.