Sobre el incremento de los precios del transporte privado nos llega una queja desde Camagüey, por intermedio de Yadir Ramírez.
Dice que a finales de octubre fue con su esposa e hija de visita a Guáimaro, y cuán grande no sería su sorpresa e indignación al montar en un camión y tener que desembolsar 15 pesos por persona, cinco pesos per cápita más que hace un mes, explica.
Para colmo de males, expresa que no tenían distinción entre el cobro a los adultos y los niños, ni por tramos. Si ibas para Jimaguayú, Sibanicú o cualquier distancia intermedia la “multa” era la misma, asegura.
Esta es casi la única vía para trasladarse, pues existe una guagua estatal, pero cuando no está rota, no hay combustible, mientras que “los particulares justifican sus precios alegando que deben pagar reparaciones y combustible”, abunda Yadir.
Agrega que la mayoría de esos camiones carece de comodidad en los asientos y cuando alguno sobresale en ese sentido implica un gasto extra, por lo cual al regreso de Guáimaro tuvo que pagar 20 pesos por persona.
En su carta aboga por que el Gobierno regule los precios y adopte medidas con los especuladores, porque está seguro de que con la situación del transporte estatal, en otros sitios hay ejemplos como el suyo.
