Rudens Tembrás Arcia, enviado especial
Xalapa.- Cuando la pistolera Laina Pérez sonríe y lanza una promesa, no queda otro remedio que creerle. Habla pausadamente, medita cada palabra y tiene a su favor una exquisita mezcla de juventud y experiencia.
Aunque no acepta que la llamen líder, conoce perfectamente el rol que le corresponde dentro de un equipo muy joven y renovado, en el cual solo ella ha podido transitar de un ciclo olímpico a otro.
Campeona centrocaribeña en pistola de aire 10 metros, en Cartagena de Indias 2006, y con decenas de incursiones en lides continentales, Laina aseguró que esta vez tampoco le “faltaría el aire” y cumplió.
A primera hora de la mañana, en la Academia de Policía El Lencero, la matancera disparó para 374 puntos, se clasificó segunda a la final individual, y fue la pieza clave para un triunfo colectivo (1108) que no sucedía desde Ponce 1993, relegando a México (1107) y Venezuela (1106).
Celebró la corona con un abrazo a las novatas Sheyla González (372 puntos) y Claudia Hernández (362), pero la mente debió centrarse rápidamente en la disputa dorada que se avecinaba.
La rival a derrotar era la mexicana Alejandra Zavala, monarca vigente de la justa y primer lugar en la ronda preliminar con 381 unidades. La nuestra logró ir delante hasta la quinta serie, pero luego se impuso la notable efectividad de la anfitriona, quien acumuló 197.1 unidades como premio a 12 disparos por encima de diez, cuatro superiores a nueve y otro de 8.2.
Laina registró 191.6 puntos, con solo seis ejecuciones al centro de la diana, diez en el entorno de nueve y tres en el de ocho. Con ese palmarés alcanzó el segundo escalón del podio, por encima de la colombiana Amanda Haydee Mondol (172.5).
“Tuvimos dificultades en la preparación por falta de municiones y fogueo internacional, pero jamás perdimos la voluntad y los deseos de ganar. Es muy lindo enfrentar a rivales de calidad y salir adelante”, afirmó la campeona.
“Solo pudimos tirar el día antes de la competencia, porque este lugar no posee áreas de entrenamiento. El resto de los días hicimos disparos en seco frente a una pared. Sin embargo, estamos adaptadas a esas adversidades y las superamos”, añadió.
“Siempre lucho por el primer lugar, pero ayudo a las compañeras jóvenes que no tienen experiencia en certámenes tan importantes. No me creo el centro del equipo porque la clave del éxito está en la unidad”, sostuvo con emoción.
Ante la interrogante de si el tiro deportivo cubano cumplirá su compromiso de dominar los Juegos, Laina aseguró que “estamos a las puertas y aún restan pruebas en las que somos muy fuertes”.
Sobre la justa de pistola deportiva ratificó la aspiración de nuevas victorias y no quiso despedirse sin felicitar a su compatriota Sheyla González, ocupante de la sexta plaza en la final individual y pilar de la presea dorada que a estas horas deben atesorar con inmenso cariño.