George Mavrikos, secretario general de la Federación Sindical Mundial (FSM) fue condecorado en la mañana de este lunes con el sello conmemorativo 75 aniversario de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) en un intercambio que, como parte de su visita a la isla, sostuvo con los representantes de sindicatos nacionales.
Previo al intercambio de opiniones con sus colegas cubanos, Mavrikos explicó los retos y perspectivas de la FSM en una clase magistral solicitada por el secretariado de la central cubana como parte del continuo programa de capacitación a sus dirigentes.
Durante el encuentro explicó que llegó a Cuba luego de un recorrido por Ecuador, Venezuela y Panamá cuyo principal objetivo fue estrechar los vínculos con la clase obrera latinoamericana y promover las celebraciones por el 70 aniversario de la FSM, festejo que culminará el 3 de octubre del 2015 con una conferencia sindical internacional, escenario principal para que el movimiento sindical clasista del mundo se encuentre con las nuevas generaciones de trabajadores, las mujeres trabajadoras, los desempleados, los intelectuales progresistas, el campesino pobre, los indígenas…
Mavrikos precisó que desde su fundación la FSM ha estado apegada a valores como el internacionalismo y la solidaridad con sindicatos y pueblos que luchan por sus derechos ante las agresiones imperialistas. Entre sus prioridades están además la exigencia de mejores empleos, salarios, condiciones de trabajo, seguridad de vida, para lo cual buscan la unión de todas las clases obreras en la batalla contra la explotación capitalista.
Casi al finalizar el encuentro,Mavrikos entregó a Ulises Guillarte de Nacimiento, secretario general de la CTC, una reproducción realizada por un artista griego de una pintura que en 1955 Picasso regalara a la FSM con motivo de su 10mo aniversario que representa seis manos en referencia a igual número de ríos, los más grandes del mundo; y martillos que simbolizan a la clase obrera y al trabajo. Ambos elementos se combinan para formar una flor que crece incesantemente y encarnan además la alianza entre el hombre y la naturaleza.
“La FSM y la CTC estarán siempre de la mano en defensa de los trabajadores. Mi mayor deseo es que la central cubana sea siempre unida y combativa”, concluyó Mavrikos.