Por Roberto Ramírez, enviado especial
Xalapa.- AUNQUE todavía puede incrementarlos, la pentatleta cubana Leydi Laura Moya ya suma varios motivos para celebrar su debut en Juegos Centroamericanos y del Caribe.
La muchacha bañó en oro la confianza con que pasó sobre los vaticinios, pese a enfrentar a una Tamara Vega dueña de la novena plaza del escalafón del orbe que fue aplaudida por los suyos en varias instalaciones del jalapeño complejo Omega.
Suma de mil 314 unidades catapultó a la reina olímpica de la juventud del 2010, quien acompañó con una sonrisa el sí con que accedió a conversar.
¿Cómo mentalizaste la intención de coronarte?
Venía con pronóstico de plata, porque Tamara es una rival muy fuerte, pero sabía que había entrenado súper duro y podía proponerme un resultado mejor.
¿Hasta qué punto ese propósito incrementó las tensiones?
Realmente sentí presión, porque mucha gente que me decía “tienes que ganar, tienes que darlo todo”, pero en definitiva todo eso terminó por darme más fuerzas ante una ateta que me había ganado en las competencias más importantes.
Cuando salí delante al último tramo de 800 metros en la prueba combinada sabía que ya no me alcanzaba nadie, y cumplí mi objetivo.
¿Fue menor según avanzó el evento?
En realidad competí de manera bastante estable, solo mermé algo en la esgrima, porque me puse nerviosa, pero después todo me fue saliendo bien, gané la natación, en la monta apenas derribé un obstáculo, y el tiro-carrera la asumí con todo.
¿Sobré qué bases consideras que se erigió este triunfo?
La clave ha sido entrenar mucho. Dedicarnos, cumplir lo que se nos orienta y hacer lo que debemos en cada momento, además de contar con el apoyo del colectivo y de la familia.
¿Implica muchas limitaciones?
Para mí no tato, porque soy casera, prefiero leer, ver películas…. Pero cuando decido salir debe ser los sábados, para descansar al día siguiente.
Es conocido que comenzaste en la natación…
Así fue, en el municipio del Cotorro con el entrenador Ernesto Garrido, a quien considero un padre. A los 15 años pasé al pentatlón y nunca me he arrepentido.
¿Por que te describiste más condiciones?
Te aseguro que aunque el talento me hubiera alcanzado por igual, ya no volvería atrás, porque estoy enamorada del pentatlón.
¿De qué manera miras hacia los Juegos Panamericanos de Toronto?
Como un reto muy grande, porque en América hay varias rivales bien situadas en el ranking del mundo, pero estoy segura de que puedo luchar por una medalla, o al menos estar entre las cinco primeras para clasificarme a los Juegos Olímpicos.