Tuxpan.- El canoísta Serguey Torres se convirtió el sábado último en el primer monarca (y bicampeón) cubano en los XXII Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz 2014. Lo hizo de forma inobjetable, sin menguar un segundo sus paletadas, y movido por un sentimiento que le apretaba el pecho desde varios días antes: el reciente fallecimiento del amigo kayacista Maikel Zulueta.
Tras imponerse en las pruebas de C1 y C2 a 1000 metros, el piragüista dialogó con Trabajadores y no pudo contener las lágrimas al dedicar sus triunfos al desaparecido campeón, quien ganara tres metales áureos en la edición de Cartagena de Indias 2006.
Solo después comentó sobre sus triunfos en las aguas del río Tuxpan: “Intenté asegurar ambas victorias. Remé siempre fuerte porque pensaba que los rivales venían más cerca, debido quizás a que la pista está algo inclinada y tiende a confundir. Traté de no venir en la zona de duda, sino adelante todo el tiempo”.
El multimedallista mundial y continental lamentó que un exceso de confianza sobre la misma meta impidiera a Jorge García (K1-1000) convertirse en el primer laureado de estos Juegos, pero reconoció sentirse honrado por inaugurar la casilla dorada de su delegación, justo en el lugar por donde zarpó el yate Granma hace 58 años.
“Espero sea el inicio de una gran cosecha para nuestro país”, apuntó el espirituano antes de recordar los aires de revancha que marcaron la pugna en la canoa monoplaza: “El mexicano José Cristóbal Quirino me había vencido en Cartagena, poco tiempo antes de obtener el título universal. Ahora correspondió a mí la victoria, mi primera en el C1-1000 a nivel centrocaribeño”.
En cuanto a las aspiraciones para el corriente cuatrienio, Torres señaló a la canoa biplaza como su modalidad fundamental para los Juegos Panamericanos de Toronto 2015 y la cita olímpica de Río de Janeiro 2016, en la cual espera conquistar una medalla.
