Imágenes: Reno Massola y José Raúl Rodríguez Robleda
Ciudad errante en sus comienzos, La Habana alcanzó a ser una de las capitales más bellas del continente. Piedra sobre piedra se levantó su encanto ecléctico que maravilla y perdura en el tiempo. Esta urbe enamora irremediablemente a quienes no solo la visitan sino que se adentran en los vericuetos de su palpitante cotidianidad.
En un eterno romance con el mar, que la acaricia y despeina a capricho, la capital cubana se reinventa. Sus habitantes se levantan cada día a fuerza de fe, dicho del trovador, y la viven en sus calles, plazas y rincones.
Capital de todos, bella hasta en sus ruinas, celebramos sus 495 años este noviembre, entre un invierno furtivo y la determinada esperanza de conservarla para todos los tiempos.
Ícono inconfundible de la ciudad, el faro del Castillo del Morro se yergue a la entrada de la bahía de La Habana. la bienvenida y guía para los mar
La Habana recibe anualmente decenas de miles de turistas foráneos y la visita de los nacionales que admiran la tranquilidad de sus calles y su singular arquitectura.
Dos joyas arquitectónicas se alzan alrededor de Parque Central. El hotel Inglaterra, el más antiguo de la ciudad y el Centro Gallego que alberga al Gran Teatro de La Habana.
El Capitolio Nacional, actualmente en reparación, en una vista desde el Parque de la Fraternidad Americana, otro sitio emblemático.
Como un monumento a la amistad cubano-rusa fue erigida en la Avenida del Puerto habanero la Sacra Catedral Ortodoxa Rusa Nuestra Señora de Kazán, consagrada el 19 de octubre de 2008 en ceremonia oficiada por Su Eminencia Kiril, en la actualidad el XVI Patriarca de Moscú y todas las Rusias, con la asistencia del Presidente Raúl Castro.
El 24 de febrero del 2014 con la presencia de El General de Ejército, Raúl Castro, Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, se realizó la reapertura del Teatro Martí, emblemático coliseo que vuelve a la vida después de 40 años cerrado. Fue inaugurado el 8 de junio de 1884 por su constructor, Ricardo Irijoa, cuyo apellido llevó inicialmente el inmueble. El “Coliseo de las cien puertas”, como lo denominó el poeta bayamés José Fornaris, se inauguró con una función a beneficio del convento El Buen Pastor, protagonizada por aficionados.
El majestuoso faro de La habana
La bahía y parte de la ciudad de La Habana
La Habana desde un helicóptero
La Plaza de la Revolución noche
Hotel insigne Nacional
El litoral de La Habana