Icono del sitio Trabajadores

La enfermedad más letal de África

Por René Camilo García Rivera, estudiante de Periodismo

África, cuna de la humanidad, madre del Homo Sapiens, ¿por qué hoy padeces diezmada por la epidemia del subdesarrollo? ¿Por qué tus tierras miran desoladas a la gente? ¿Por qué las enfermedades se ensañan con tu pueblo?

La independencia del colonialismo te llegó atrasada y aún sufres la herencia de sus cadenas. El mundo te obligó a correr la pista del “libre mercado” y “la libre competencia”, pero antes te cortó los músculos de los pies con las trasnacionales.

Con ese modelo económico, impuesto desde tus antiguas metrópolis, el PIB per cápita de tus naciones apenas llega a los 2 mil dólares anuales. La media mundial te sobrepasa cinco veces. Dime, tierra de mi tierra, sangre de mi sangre, ¿cómo podrás llegar a la meta? ¿Quién te dará una mano?

Al parecer el capital occidental solo se acuerda de ti para sacarte el oro y los diamantes, para chuparte el petróleo, para saquear a tu gente. Sus noticieros te reconocen para exponer calamidades, catástrofes, para infundir miedo, incomprensión, o, crecientemente, lástima.

La epidemia de ébola, “el chico malo entre los virus contagiosos”, como le llaman algunos especialistas, ha venido a darte una nueva dimensión mediática y simbólica en Occidente. Muchos en el planeta te miran temblorosos y pálidos.

Más de 5 mil de tus hijos han caído en esta oleada de los últimos diez meses. En igual plazo, casi 3 millones murieron de hambre en el mundo. ¿Dónde está entonces el pánico por la enfermedad de la inanición?

Occidente no te ayuda, al menos no lo suficiente, porque se siente a salvo. Si el hambre se transmitiera por los fluidos corporales, hace tiempo tu gente ya habría recibido las cajas de comida que los países ricos botan.

¿Y el terror por la malaria, el cólera, el sida…? Según datos no oficiales, durante el último septiembre, en Guinea, Liberia y Sierra Leona murieron más personas por sida (685) y malaria (552) que por ébola (13). ¿Y por qué esas muertes no causaron tanto pavor y revuelo?

A lo largo del 2012, según el Anuario de la Organización Mundial de la Salud (OMS), murió cada minuto un niño africano a causa de la malaria, enfermedad prevenible y curable; por bronquitis y neumonía, más de un millón de personas; por enfermedades diarreicas, más de 600 mil.

¿África, cuál es tu mayor azote? Si tu economía por persona es cinco veces menor a la media mundial, y tus países invierten en sanidad, como promedio, la mitad de lo que hace el resto del mundo, ¿cómo puedes curar a tu gente?

Liberia, Sierra Leona y Guinea destinan a gastos sanitarios el 3,8 %, el 1,5 % y el 0,6 % respectivamente de su PIB. Cuba, esta pequeña isla del Caribe, casi llegó al 10 % en el 2013.

La ayuda que requieres del mundo no es, solamente, para frenar tus epidemias esporádicas, sino para revertir el subdesarrollo permanente. No para salvaguardar las “fronteras sanitarias” de tus saqueadores, sino para elevar la esperanza de vida al nacer (55 años), para disminuir la mortalidad de tus niños menores de un año (120), o para invertir en la formación de médicos. En Liberia, por ejemplo, solo hay 50 médicos para toda la nación, uno cada 70 mil de sus habitantes.

África, cuna de la humanidad, madre del Homo Sapiens, el subdesarrollo es el verdadero látigo que azota tu espalda. Décadas después de tu independencia, no has podido cortarle el brazo al modelo económico que sostiene el cuero. La pobreza sigue siendo la madre de todos tus males.

Fuentes consultadas:

Compartir...
Salir de la versión móvil