Javier Perera, estudiante de Periodismo
Cual tirios y troyanos, la afición beisbolera cubana se debate sobre la preferencia o el desagrado de un equipo icónico. Industriales, mar de seguidores y detractores, navega a menudo sobre aguas turbulentas y responde con donaire. Diversas son las circunstancias que confluyen para que el conjunto capitalino cada temporada ponga en pose dubitativa a su afición, la cual, exigentes como pocas, espera un resultado de ensueño.
Entre las acostumbradas bajas anuales debido al éxodo de jugadores hacia otras ligas extranjeras (históricamente es el elenco más afectado por esta situación) y la más reciente tendencia de algunos atletas de solicitar la liberación para jugar con otra selección doméstica, los azules enfrentan el reto de aplicar estrategias imprevistas en aras de brindar un espectáculo decoroso y una actuación acorde a las exigencias. En la versión 54 de nuestros clásicos nacionales, la escuadra dirigida por Lázaro Vargas también ha chocado con esas adversidades.
Sin embargo, han mantenido un rendimiento estable en lo que va de campaña y su clasificación para la próxima fase no parece ser un problema. Peloteros establecidos, otros que van madurando paulatinamente y el sorpresivo desempeño de un novato, se han fraternizado para darle seguridad a la fanaticada.
Rudy Reyes comenzó tímido en sus números (algo que es tradicional en él en los últimos años), pero ha encontrado su forma deportiva y junto a Alexander Malleta, cumpliendo de manera favorable su función de cuarto bate, han sido dos de los pilares ofensivos del plantel. Imposible obviar a Yuniesky Gourriel, quien sin ser un primer madero natural, ha suplido este turno con efectividad y arribó a la cifra de 1000 indiscutibles en Series Nacionales. Además, va teniendo una de sus mejores contiendas en cuanto a average, influenciada tal vez por la provechosa estancia en la Liga Canadiense de Béisbol.
El pelotero revelación de un año a otro es el joven Lourdes Gourriel. Con apenas 20 años, mucho ha aportado a la causa de su novena en cuanto a la producción de cuadrangulares e impulsadas, entre los puntero en ambos departamentos. Ese comportamiento ofensivo y su condición de ser un hombre oportuno han justificado su temprana inclusión como tercer bate en la alineación.
Otro jugador que ha tenido más oportunidades en esta Serie Nacional y ha respondido es Wilfredo Aroche. Con varias temporadas de experiencia y versatilidad para desempeñarse en el cuadro, Aroche ha promediado un average por encima de 300. Igual sucede con el debutante Yunier Efraín Díaz, dueño del jardín izquierdo gracias a su defensa segura y su paciencia para discriminar los lanzamientos en zona. Este talentoso jardinero integró el último equipo Cuba juvenil que compitió en el Panamericano de la categoría efectuado en México.
Pero no todo el panorama es color rosa en Industriales. La receptoría no cuenta con la destreza de Frank Camilo Morejón debido a una lesión, por lo que ha visto pasar fundamentalmente a Oscar Valdés y Yosuán Hernández, sin que ninguno se afiance.
En cuanto al área de los lanzadores, la situación refleja una intermitencia en todas las funciones. Sus cuatro abridores establecidos están liderados por la resurrección del zurdo Ian Rendón, a quien consideraba un brazo perdido y ha obtenido cuatro éxitos. Otro siniestro, Pedro Durán, junto a los derechos Frank Montieh y Noelvis Entenza, completan el cuarteto azul de puntería con actuaciones destacadas, en especial de Durán y Montieh.
El martirio descansa en el quinto serpentinero abridor. Todos los que han ocupado ese rol son pitchers jóvenes (Ramón Peña, Dany Monterrey, Brando Delgado y Raidel Orta) y con escaso bregar en nuestro espectáculo mayor. Esa inexperiencia ha dado al traste en que el alto mando habanero no encuentre al hombre indicado para ser el quinto en la rotación. Recuérdese que Industriales, previo al inicio de la Serie Nacional, perdió a dos monticulistas (David Mena y el guantanamero José Luis Moulin) que estaban en los planes como iniciadores.
El relevo ha dado grima producto de una gran cantidad de actuaciones ineficientes. En muchas ocasiones con el partido empatado o una ventaja amplia, los relevistas se han desmoronado como un castillo de naipes y a la postre el encuentro se ha perdido.
Muestra de lo anterior es el último choque entre Industriales y Matanzas. Abrió Ramón Peña y bien temprano fue sustituido. Con posterioridad devino un desfile de relevistas que no pudieron impedir las anotaciones decisivas en favor de los yumurinos.
A pesar de los pesares, la selección más ganadora del béisbol cubano continúa con buen ritmo. Balance de 17 victorias y 13 derrotas son garantes para mantenerse en la lucha por uno de los cupos para la siguiente ronda, donde contarán con los servicios de su mejor pelotero, Yuliesky Gourriel.
