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Esperando tiempos mejores para hacer ejercicios

Las filtraciones del techo afectan a los practicantes y una de las prioridades es colocar una nueva cubierta para solucionar el problema. Fotos: Del autor
Las filtraciones del techo afectan a los practicantes y una de las prioridades es colocar una nueva cubierta para solucionar el problema. Fotos: Del autor

En la ciudad de Pinar del Río, a pesar de la profusión de los locales particulares, muchos todavía prefieren el viejo gimnasio Fidel Linares, perteneciente al INDER. Desde las seis de la mañana hasta las ocho de la noche, los profesores que allí laboran reciben a cientos de visitantes en busca de distintos servicios, entre ellos los ejercicios aeróbicos y por supuesto, los que se realizan con pesas.

El local fue casa colonial, almacén y como nunca ha recibido un mantenimiento de gran envergadura, las filtraciones y los años de explotación se hacen presentes, dificultando la práctica de actividad física y la comodidad de los practicantes. Para el 2015, según aclaran las autoridades deportivas, está previsto su reparación y reapertura al público con mejorías notables.

Cuando el agua vuelve a la tierra

Único de su tipo en la cabecera provincial, compite con varios similares, pero habilitados por cuentapropistas. Cualquier día y en casi todos los horarios es notable la afluencia de personas, quienes hablan de la buena atención de los profesores pero no dejan de señalar problemas como las filtraciones.

“Las lluvias impiden la práctica de ejercicios y este es un gimnasio con mucha asistencia, por eso debería arreglarse”, afirma Gladys Seguí León, asistente regular al lugar.

Según cuenta Damarys Berdayes Domínguez, jefa de cátedra del gimnasio de cultura física Fidel Linares, en ocasiones se han detenido las actividades debido a las goteras. Los profesores y muchas veces los practicantes emplean su tiempo en escurrir el largo salón de ejercicios que incluye también una sala terapéutica para atender a los pacientes provenientes del policlínico cercano Augusto Turcius Lima.

Un anhelo viejo de quienes lo utilizan y de sus trabajadores pudiera tener respuesta en el 2015: la reparación de la cubierta y quizás, la ampliación de sus áreas para aumentar la calidad de los servicios. Al menos, según explican las autoridades del INDER, en el municipio ya está en el plan y existen la voluntad y los recursos para que no quede solo en papeles.

Friol afirma que se busca otro local para no afectar a los alumnos.

Lo que se quiere…

El centro deberá sufrir una remodelación importante. La gran afluencia de público así como los que quedan fuera debido al espacio, indica que con una ampliación se podría aumentar la recaudación.

Por estos días se ven a personas usualmente ajenas al local revisando su estado. Idalberto Martínez, proyectista, explica que “estructuralmente las paredes están buenas pero son de ladrillos macizos y tienden a coger humedad”. En estos momentos hacemos levantamiento arquitectónico de tal y como es la obra y después viene la parte ejecutiva según lo que se quiera hacer”.

Al respecto conversamos Gustavo Friol, especialista principal de aseguramiento técnico y material de la Dirección Municipal de Deportes de Pinar del Río, inversionista de la obra, quien resumió las aspiraciones constructivas que podrían mejorar el Fidel Linares.

“La idea fundamental es crecer en tamaño del inmueble y ganar en ventilación. Queremos tirar una loza en la cubierta (placa como se le conoce) para ganar en hermeticidad del techo y sobre esta pretendemos construir un salón para la gimnasia y la oficina de la dirección.

“Proponemos también en el frente un parqueo de bicicletas, guardabolsos y la oficina de cobro. Vamos a ganar en ventilación con ventanas más grandes y con ventiladores de techo. Todo esto forma parte de las propuestas para los arquitectos pero el presupuesto está”, aclara.

Friol afirma que se busca otro local para no afectar a los alumnos.

Mientras la obra va y viene

La respuesta parece encaminada pero según todos los entrevistados, se necesita de agilidad en la obra para terminar “antes del segundo semestre del  2015, cuando por el verano vienen más personas”, explica Laura Hernández Díaz, directora del combinado Francisco Donatién al cual pertenece el local, quien precisa la necesidad de habilitar otro espacio mientras esto ocurre.

En este sentido, Friol afirma que se busca otro espacio para no afectar a los alumnos y añade sobre la importancia de la obra, que “es lo único con lo que ingresamos dinero aquí; somos presupuestados y es un aporte ínfimo pero sano”.

Esperemos, como quisieran todos, que los futuros trabajos de construcción transcurran rápido y sin dificultades. De concretarse los deseos de los profesores y responsables al respecto, el gimnasio Fidel Linares reabriría sus puertas con una nueva cara, buenas condiciones y la capacidad para brindar un mejor servicio a la población.

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