La Ley 118 de la Inversión Extranjera también está apegada al cumplimiento de importantes normas vigentes como el Código de Trabajo y de la Seguridad Social.
Ello sustenta que entre otros aspectos se tenga en cuenta lo regulado en cuanto a contratación, idoneidad demostrada, capacitación, seguridad social, disciplina, solución de conflictos, vacaciones anuales pagadas, trabajo extraordinario, pago de los días de conmemoración nacional, oficial, feriados y de receso adicional retribuido, la seguridad y salud en el trabajo, así como a las acciones de control.
El artículo 28 del capítulo XI dedicado al régimen laboral recoge que los trabajadores que presten sus servicios en ese tipo de inversión serán, por lo general, cubanos o extranjeros residentes permanentes en el país.
Asimismo, el Reglamento establece que en dos de las modalidades aprobadas por la Ley: las empresas mixtas y las de capital totalmente extranjero, ese personal sea contratado por una entidad autorizada por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social a propuesta del Ministerio del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera. De esta disposición se exceptúan los funcionarios de dirección y administración.
Por su parte, los trabajadores de asociaciones económicas internacionales son contratados por la parte cubana, con arreglo a las disposiciones legales vigentes en materia de negociación laboral.
En la actualidad se han multiplicado las entidades empleadoras, de gran ayuda ante el posible desconocimiento de los inversores acerca del país y su capital humano; y porque garantizarán el respeto de los derechos laborales en vigor.
Este capítulo expone que en esa agencia es donde se dirimen las reclamaciones laborales, de conformidad con el procedimiento establecido.
Resulta interesante, además, lo señalado en el artículo 33, acerca de que se reconocen los derechos de los trabajadores cubanos participantes en la obtención de resultados tecnológicos u organizativos, consistentes en innovaciones que aporten beneficios económicos, sociales o medioambientales.
