La noche de este martes volvió a conmover. De nuevo la pista del aeropuerto internacional José Martí, en La Habana, fue testigo de las imágenes más emotivas. Otra vez el Presidente cubano asistió a la despedida de nuestros héroes, esos que estarán llegando esta mañana a África Occidental para estar, justamente, en el epicentro de la lucha mundial contra el Ébola.
En esta ocasión los elegidos fueron 83; con destino a Liberia 49 y 34 a Guinea Conakry, naciones golpeadas por años de pobreza, caldo de cultivo de la terrible enfermedad. A cada uno Raúl le dio un abrazo al pie de la escalerilla del avión, ese abrazo que once millones de cubanos, una Isla entera, también les dimos antes de partir.
Ellos, con su bandera en la mano, prometieron entregarlo todo, sanar hasta el cansancio, cuidarse permanentemente, regresar sanos, volver a la Patria narrando sus victorias… Y en medio del ensordecedor ruido de la nave, le enviaron también saludos a Fidel; le pidieron confianza a Raúl; le dijeron que no se preocupara, que estaban listos para lo que se avecinaba.
Entonces el IL-96 partió con una tropa de lujo: 35 médicos y 48 enfermeros, todos con más de 15 años de experiencia profesional y que han cumplido misiones internacionalistas con anterioridad, el 42% en dos o más ocasiones. Dos de ellos, por cierto, suman con este viaje seis misiones solidarias cada una porque este, su lugar entrañable, no se ha cansado jamás de ayudar.
En la emotiva despedida estuvieron José Ramón Machado Ventura, Segundo Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros; Miguel Díaz Canel Bermúdez, Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros; el canciller Bruno Rodríguez Parrilla; y Roberto Morales Ojeda, titular de Salud Pública.
Así cumplía Cuba parte del compromiso contraído. Con estas dos brigadas suman 256 profesionales cubanos de la salud que han partido a salvar vidas. Con cada uno viaja el mensaje de un país inmensamente orgulloso de contar con hijos como ellos, que esta noche se despidieron de su familia, sus amigos, su nación, para detener la temible enfermedad que amenaza al mundo. Para nuestros héroes todos los parabienes de esta Isla amada.
Tomado de Juventud Rebelde