El apoyo de los más de 17 mil innovadores y racionalizadores agrupados en el Sindicato Nacional de Trabajadores de Industrias (SNTI) resulta determinante en imperiosas tareas asociadas a las estrategias que lleva a cabo el sector.
Insertado en el programa de actualización del modelo económico cubano, el Ministerio de Industrias tiene el reto de lograr el avance de políticas como la del reciclaje, la recuperación de máquinas de herramientas y equipos, la fabricación de piezas de repuesto y la producción de envases y embalajes por la responsabilidad que asume en el desarrollo industrial del país.
Revertir el deterioro y la obsolescencia tecnológica de las instalaciones donde se recicla papel, plástico y otros desechos, rescatar unos 16 mil tornos, fresadoras y otros medios en todo el país que pueden ser objeto de restauración, son frentes donde hay mucho terreno para aprovechar, junto a la necesidad de sustituir importaciones de envases y embalajes, toda vez que el país invierte anualmente 200 millones de dólares en esos renglones.
En busca de soberanía tecnológica, cuánto más pueden aportar los innovadores y racionalizadores en la fabricación de piezas de repuesto, no solo para equipos y maquinarias dentro de su radio de acción, sino como contribución al impulso de otras políticas que forman parte de las estrategias de desarrollo del país como el ahorro de agua y la cocción de elementos, por solo citar dos.
Hay contenido de trabajo, sin embargo no siempre la Anir cuenta con todo el aseguramiento que necesita en la planificación de los recursos materiales y financieros para llevar a cabo los planes temáticos, tema ampliamente examinado en su recién celebrada Primera Conferencia Nacional .
No solo al sindicato les corresponde apoyar a los innovadores y racionalizadores; también es necesaria la atención de las áreas técnicas de las empresas y talleres.