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El “cantío” D’Morón Teatro

El "cantío" D'Morón Teatro
La técnica de las esculturas vivientes le han dado notoriedad al grupo. (Foto: Tomada de Internet)

El lauro merecido para la Compañía D’ Morón Teatro ya no está al cantío de un gallo como suele decirse en el argot popular, pues se festeja en la Ciudad del Gallo, al norte de la central provincia de Ciego de Ávila, el Premio Nacional de Cultura Comunitaria 2014, ganado por el colectivo moronense, junto con Carmen Soto, promotora cultural camagüeyana, y el proyecto Muraleando, de La Habana.

De manera oficial, el gran festejo en su terruño será luego de la entrega del reconocimiento, el próximo día 24, en la sede del proyecto sociocultural comunitario Kcho estudio Romerillo, Laboratorio para el Arte, coordinado por Alexis Leyva Machado, artista de la plástica.

El estímulo ratifica a la agrupación del municipio de Morón como una de las más populares del teatro callejero en Cuba, notoriedad ganada en los últimos tiempos por el acertado uso de la técnica de las esculturas vivientes y del barro como maquillaje, con la puesta en escena al aire libre de Medea, su última creación que estuvo este año de gira nacional.

Aunque los teatreros consideran que el mejor galardón es el aplauso del público y su fiesta mayor la que realizan hace 10 años con el proyecto Crecidos por la Cultura, en comunidades desfavorecidas de eventos socioculturales.

“Nos da placer ir a esos lugares lejanos a convivir con las personas en sus casas durante 10 días, con el fin de enseñarles cómo hacer recreación sana desde y para la comunidad”, declara Orlando Concepción González, director general del grupo desde que se fundó el 28 de mayo de 1987, con el nombre de Colectivo Teatral Perspectiva.

Asegura que “es un trabajo muy gratificante porque con pocos recursos uno hace feliz a la gente, y se establecen lazos familiares muy fuertes”, cuestión esta última que corrobora Diomar Rodríguez Maidique, primer actor: “Gracias a Seguidos por la Cultura tengo otra mamá, en la comunidad Las 20, del municipio de Baraguá.

“Allí me marginaron al principio por usar aretes y el pelo largo, pero esa compañera llamada Xiomara, me acogió en su casa como a un hijo. Otra experiencia me marcó en las arroceras de Florida, cuando la madre de Luz Maciel me propuso actuar con ella de ventrílocuo, y mi fuerte son las payasadas, pero fui allí a enseñar y también aprendí”.

Moraima Mejías Pérez, jefa de escena, argumenta que “Crecidos por la Cultura es un proyecto interactivo que cuenta con un diagnóstico inicial, pero cuando uno llega al lugar, lo que lleva preparado, tiene que cambiarlo casi todo porque las vivencias son más ricas.

“En Vicente, por ejemplo, descubrimos un club de la década que trabajaba solo y lo integramos a nuestras acciones En una comunidad montañosa de Florencia, creamos un grupo de sanqueros que se denominó D’Guadalupe Teatro. En La Clementina, encontramos a Aliuska, una joven ama de casa con tremenda chispa y habilidades para todas las manifestaciones culturales…”

Asegura Orlando que este proyecto de referencia nacional transforma el medio social, económico y político “Cuando estamos en el lugar o previo a nuestra llegada, el sitio experimenta un cambio, a partir de los recursos que aporta el Estado, pues se ha asfaltado la carretera que va a la comunidad, se han pintado escuelas, se han instalado tanques para agua, etcétera”.

Otra evidencia de que con D’Morón Teatro se transforma lo que puede ser cambiado, fue el rescate del Teatro Reguero, una de las joyas de la arquitectura ecléctica que reabrió sus puertas en el 2012 como complejo cultural comunitario, punto de partida próximamente de los teatreros hacia la comunidad La Rosa, distante al cantío de un gallo de Morón, justamente la Ciudad del Gallo.

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