“Mientras muchos países se preocupan por sus fronteras, y se preocupan por instrumentar mecanismos propios, Cuba no solo se ocupa de lo que acontece en sus fronteras, sino que vela y actúa ante lo que acontece en el resto de las naciones del mundo”, declaró Kenny Antony, primer ministro de Santa Lucía al llegar a La Habana.
El distinguido visitante agradeció la iniciativa de Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, de aunar esfuerzos regionales en pos de combatir esa gran tragedia que está afectando a la humanidad, y a Cuba, por aceptar la organización de la Cumbre.
Aseguró, además, que esta cita en nuestro hemisferio tiene un significado mayor, son muchas las islas que no cuentan con la preparación y los recursos suficientes para enfrentar un fenómeno como el Ébola, y sin prerrogativas la mayor de las Antillas abre sus puertas para brindar sus conocimientos al resto.
Abelardo Moreno, viceministro de Relaciones Exteriores, y Marieta Putiño, vicetitular de Salud Pública, recibieron al primer ministro, quien recalcó que ningún otro país como Cuba comprende la necesidad de enfrentar el Ébola, pues su quehacer está motivado por la compasión en ayudar a otros pueblos.
El también primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, arribó minutos más tarde y en sus declaraciones aseveró que la amenaza de este virus es real para el Caricom, y que sin dudas el apoyo de Cuba en la preparación del resto de las naciones marca aún más sus valores solidarios.
“Agradezco en nombre de los pueblos del Caribe, al Gobierno cubano por recibirnos una vez más con su espíritu de amor y amistad; y estamos aquí para aprender y conocer todo lo que está haciendo este país contra la propagación del Ébola”, dijo el dignatario.
El Primer Ministro de San Vicente y las Granadinas llegó a La Habana en compañía del Doctor Didacus Jules, secretario general de la Organización de Estados del Caribe Oriental, y de la ministra de Salud de esa nación caribeña.
Según alerta la Organización Mundial de la Salud, la epidemia del Ébola es la mayor emergencia sanitaria mundial desde la aparición del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, y podría afectar a más de un millón 400 mil personas para mediados de enero próximo.