En un país tan musical como Cuba la reapertura este miércoles en Pinar del Río del Centro de Documentación e Información Musical Argeliers León es una grata noticia para musicólogos, investigadores y para quienes necesiten de los valiosos fondos atesorados allí.
Ante Regina León y Rodrigo Ronda, hija y nieto de Argeliers, de “templo de la cultura con el nombre de mi maestro, mi amigo, mi padre intelectual, Argeliers León”, lo calificó Miguel Barnet, presidente de la Unión Nacional de Artistas y Escritores de Cuba (Uneac).
Lo que fuera en sus inicios hace 15 años una modesta sala de información se transformó en un reconocido lugar con una colección de discos de distintos formatos, libros, revistas, partituras, bibliografía diversa y salas expositoras.
Aun cuando no se depositan en la institución todas las piezas, ya en sus salones se aprecia una colección de objetos personales de Rita Montaner (considerada la más grande del país) y de los muebles del afamado compositor pinareño Pedro Junco, quien inmortalizara la canción Nosotros. Además, se aprecian de forma temporal muestras de instrumentos relacionados con las raíces africanas y campesinas y sobre distintos formatos de agrupaciones musicales.
Más allá de la preservación del valor patrimonial, se brindarán importantes servicios de consulta a investigadores y musicólogos a través de una base de datos digitalizada en una gran parte, aunque aún la biblioteca no comenzará a funcionar.
La idea de otorgar esta categoría a la pequeña sala se aprobó en el 2001 durante el primer encuentro nacional de Musicología celebrado en Pinar del Río y ahora, tras esta restauración, “no es un comienzo sino el inicio de una nueva etapa”, destacó Jesús Gómez Cairo, vicepresidente del Instituto Cubano de la Música y director del Museo Nacional de la Música.
El centro Argeliers León es una referencia nacional por su labor y una sede necesaria para preservar y aumentar las huellas musicales cubanas.
