Medio siglo de trabajo ininterrumpido en la agroindustria azucarera ostenta con orgullo el camagüeyano Orestes Plasencia Hernández, quien se desempeña actualmente como especialista de la empresa azucarera de su provincia.
Hoy en saludo al día de los trabajadores del sector, junto a 31 compañeros, recibió el sello 50 años de trabajo en la industria que siente como suya, de manos de Salvador Valdés Mesa, miembro del Buró Político y vicepresidente del Consejo de Estado.
Una vida entera dedicada a la agroindustria azucarera en diferentes funciones, lo hacen recordar con mucha satisfacción sus inicios, sin haber cumplido los 17 años, en el central azucarero Cándido González en su provincia.
“Después de la alfabetización me hice obrero calificado en una escuela tecnológica industrial. Más adelante me superé y llegue a ser Licenciado en Dirección de la economía.
“Recuerdo como uno de los grandes privilegios de mi vida laboral cuando nuestro querido Fidel Castro, allá por el año 1996, visitó el complejo agroindustrial que yo dirigía porque fue el primero en el país en cumplir el plan de producción de azúcar. Fue un momento muy emotivo para todos los que los presenciamos”, comentó.
“Haber llegado a estos años de labor es un mérito inigualable, es un altísimo honor, expresó visiblemente emocionado. “He aprendido mucho y sigo aprendiendo porque la azúcar es un sector muy rico y diverso en especialidades. Complejo pero te enamora, se te mete dentro. ..”
Sobre la venidera zafra apuntó: “la producción cañera es evidentemente la cuestión fundamental a resolver ; aun luego del redimensionamiento del sector y crear una cantidad de centrales, que no es grande, existen algunos que están sin moler y este es un problema.
“Año por año hemos visto el crecimiento sostenido de la agroindustria azucarera, hemos dado pasos para resolver la gran cantidad de recursos que demandamos para producir, maquinarias, fertilizantes, etc. Tengo confianza en que el sector volverá a ocupar un lugar importante en el desarrollo económico del país”, precisó.
Este aguerrido cañero regresará a su natal Camagüey y continuará aportando su experiencia a las nuevas generaciones que se están sumando a las diferentes actividades de esta industria que acompaña a los cubanos desde hace mucho tiempo. Como bien dijera Orestes “hablar de azúcar es como hablar de pelota, todo el mundo en Cuba sabe de ella”.
