Por: Javier Perera, estudiante de Periodismo
Cuando Yunieski García Viera tenía siete años y daba sus primeros pasos en la pelota, en el estadio Julio Pérez de su municipio natal de San Antonio de los Baños, nunca imaginó que con solo 22 abriles daría de qué hablar en el béisbol cubano.
El frenesí de Víctor Mesa y sus muchas cualidades hicieron que García tuviera en el explosivo center field a su más temprano ídolo. Sin embargo, siempre tuvo su vocación definida. Lejos de ser jardinero, el arte de dar strikes lo atrapó al momento. Poco a poco, como un huracán que gana en categoría, el ariguanabense se ha consolidado entre los brazos más seguros y prometedores.
No se pierde en las justificaciones. Aprecia mucho la sinceridad y percatarse de eso es muy sencillo. “No demoré en debutar en Series Nacionales (SN), sino que tenía buenos resultados en la Serie Provincial, pero el primer año que fui a los entrenamientos no lo hice bien y eso impidió hacer el equipo”, expresa.
Con dos temporadas en nuestros clásicos nacionales, desde la versión pasada resultó una de las puntas de lanza del cuerpo de pitcheo de Artemisa. Alcanzó 10 sonrisas —hoy suma cuatro— y cinco partidos salvados —suma tres en esta SN—, cifras que influyeron en que los Cazadores terminaran sextos.
“Fue una experiencia positiva, porque la afición no pensó que clasificáramos a la segunda ronda y con el juego diario la obtuvimos. Las 10 victorias llegaron porque cada vez que relevaba lo hacía con el partido pegado, el equipo me apoyaba y lograba mantener la ventaja”, afirma.
Ese rendimiento facilitó la entrada a tu primer equipo Cuba frente a los peloteros universitarios de Estados Unidos.
Fue un momento muy alegre porque allí uno ve los frutos de todo el sacrificio y el entrenamiento realizado. Aprendí muchas cosas y estoy muy contento de haber compartido esos cinco encuentros con peloteros de experiencia y nivel mundial como Yadier Hernández y José Miguel Fernández. Además, Urquiola es un director que nos ayudó y enseñó muchos valores fuera y dentro del terreno.
En la recta final del nacional sub 23 te incorporas al equipo artemiseño y tu actuación fue imprescindible para lograr un histórico primer lugar. ¿Cómo viviste esos días?
Muy satisfecho porque el equipo ganó. Cuando concluí mis días de descanso después del tope hablé con el director Jorge Luis Machado para que me incluyera. Aporté lo que pude desde mi función de cerrador y las cosas nos salieron bien hasta alcanzar ese histórico campeonato. El torneo fue bueno, aunque la mayoría de la gente no lo valora de esa forma, pero tuvo calidad y rivalidad.
¿Cuál de estos tres resultados notables prefieres?
Todos los disfruté al máximo, porque tuve decisiones en cada uno. Quedé un poco más impresionado en la selección nacional, por ser la primera vez, pero todos los ubico en el mismo nivel.
Has ocupado las funciones de abridor, relevista intermedio, acomodador y cerrador, ¿en cuál te sientes con más soltura?
He tenido más éxitos como cerrador, por lo que ahí me siento más cómodo. Para la 54 Serie Nacional los planes han sido que trabaje de acomodador y en el noveno inning lance José Ángel García, nuestro cerrador por excelencia.
Posees un variado repertorio de lanzar, pero eres conocido por una curva lenta, ¿es esta tu principal arma?
Sí, hasta el momento me va muy bien, por lo que seguiré haciendo hincapié en ella. Es un envío que resulta de no poder tirar la slider, que no me sale por más que la intento. Tiro cuatro lanzamientos, con destaque también para la recta, otra arma que poseo.
¿Cómo evalúas la salud del relevo cubano actual?
Existen relevistas jóvenes y experimentados con calidad. Hay varios equipos que tienen un staff de pitcheo bastante organizado y cada cual hace su función. Artemisa es uno de ellos, sabe respetar los abridores, los relevistas y los cerradores. Pero debe continuarse abogando por la especialización.
¿Pronósticos de los Cazadores en esta Serie Nacional?
Nuestra meta es luchar cada partido, en el juego diario está el éxito.