Todavía dura la euforia de artistas y público que participaron en la clausura del VI Festival Leo Brouwer de Música de Cámara. Quizás fue la invocación que a los dioses hiciera el genial músico cubano, alma de este evento, con la pieza dedicada a Chucho Valdés (Concierto de los ancestros para piano y orquesta) o la apasionada entrega de los virtuosos cubanos y extranjeros invitados, pero lo cierto es que el evento ha permitido vivir jornadas inolvidables.
Anoche, por ejemplo, luego de aplaudir hasta el delirio a los guitarristas Ricardo Gallén (también en la clausura), Joao Luis Rezende y Douglas Lora (Brasil guitar duo); aparecieron en la escena del teatro Martí los cellistas Carlos Prieto y Yo-Yo Ma, quienes, al igual que Chucho, tuvieron a su cargo el estreno mundial de una pieza que Brouwer les dedicara (El arco y la lira para dos cellos y dos guitarras).
El concierto superó las expectativas y muchos llevaron a casa, además del recuerdo y las sensaciones, la copia que mejor pudieron tomar con cuanto teléfono o cámara digital hallaron. Yo-Yo Ma recibió, además de la cerrada ovación, los premios de honor Cubadisco y el Harold Gramatges, este último otorgado por la Uneac.