Si los rones cubanos Havana Club hubieran podido insertarse en el mercado norteamericano en el último año, la economía de la isla disfrutaría hoy de más de 100 millones de dólares que no pudo ingresar en ese período.
Súmele a eso que por cada una de los 60 millones de botellas que Cuba importa de Europa para ese ron el gasto es de 8 centavos en fletes, mientras que si vinieran de Estados Unidos serían solo dos. Esos “centavitos” representan pérdidas por 4,8 millones de dólares.
Agréguele a ello que el país hubiera gastado solo 200 dólares por renovar la licencia de ese producto en territorio norteamericano, pero la defensa de ese derecho —sin éxito aún en las cortes de esa nación— le ha costado varios millones de dólares.
Es más, según estimados preliminares, otras marcas fabricadas por Cuba Ron hubieran podido ubicar en el mercado norteño más de 250 mil cajas en un primer año sin las actuales restricciones.
Durante el 2013, la empresa cubana Alimpex importó mercancías cuyos gastos por concepto de flete ascendieron a 2 millones 270 mil 104 dólares estadounidenses.
La Empresa Comercial Caribex tiene limitada la exportación de productos pesqueros a EE. UU., de los más importantes mercados mundiales y de los principales en cuanto a referencia de precios para estos productos.
Se trata de un mercado con capacidad para asimilar la casi totalidad de las exportaciones cubanas, especialmente colas de langosta y camarón marino, libres allí de aranceles, mientras que en Europa, Japón y Canadá si están gravados. Ello representó una afectación, solo en ese año, de 464 mil 700 dólares.
En ese mismo período Los Portales S.A. importó de Europa 4 millones 698 mil 300 dólares y se trasladaron 57 contenedores con un valor estimado de transportación de 196 mil 200 dólares. Ello hubiera costado 94 mil 100 dólares si se hubieran traído de Estados Unidos.
La conocida empresa Papas & Co., sufrió afectaciones estimadas en 285 mil 776 dólares al no poder realizar sus compras en el mercado norteamericano.
Al ser tan lejanos los mercados a los que pueden acceder —no sin esfuerzos extremos— todas las entidades de la industria alimentaria están obligadas a mantener inventarios de materias primas con ciclos de rotación superiores a los tres meses. En materia económica ese es el absurdo del dinero inmovilizado.
En el 2013 y hasta la fecha el recrudecimiento de las multas a bancos que operan con empresas cubanas ha provocado elevados gastos financieros por tasas cambiarias y la necesidad de incurrir en gastos asociados a la apertura de cartas de crédito confirmadas para pagos a suministradores en el exterior a fin de lograr los arribos de mercancías y servicios.
En el período comprendido desde marzo del 2013 a marzo del 2014, las afectaciones evaluadas en entidades de la Industria Alimentaria cubana alcanzan los ¡102 millones 275 mil dólares!, resumió Betsy Díaz Velázquez, viceministra de ese sector, al exponer las consecuencias del bloqueo económico de Estados Unidos.