El aporte de los innovadores en los sectores agropecuario, forestal y tabacalero, quienes mantienen activo un parque de equipos e implementos que no ha podido reemplazarse ni transformarse en los últimos 40 años, fue reconocido por Gustavo Rodríguez Rollero, ministro de la Agricultura, al intervenir en un encuentro con los delegados a la Primera Conferencia Nacional de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (ANIR), que fue el preámbulo a las primeras sesiones de este evento.
Con los administrativos que les falta conciencia y conocimientos sobre el papel que ellos desempeñan y permiten que se incumplan las legislaciones que respaldan su aporte y estimulación, se adoptarán las medidas correspondientes, pues si hemos llegado a este momento con modestos resultados productivos en la agricultura, se deben a la labor que ellos realizan calladamente en cada puesto laboral.
El titular de la agricultura explicó las transformaciones que se realizan en la agricultura para emprender otro modelo de gestión más productivo, eficiente y en concordancia con el cuidado del medio ambiente, lo cual deberá estar respaldado por el talento de los innovadores.
Recordó que aún la nueva tecnología que se está adquiriendo, “tecnología del primer mundo”, acentuó, requiere muchas veces de la mano de los miembros de la Anir en los procesos de adaptación a las condiciones de Cuba, por lo que sentenció: “Habrá que tener en cuenta su aporte para mantener el conjunto de técnicas que respaldan los programas de desarrollo en la agricultura”.
Citó como ejemplo que en el país hay 67 mil tractores, todos con más de 40 años, que no han podido ser modernizados dada la etapa de periodo especial que ha transitado el país, con sus limitaciones financieras y económicas, por lo que habrá que mantenerlos, ya que uno solo de estos equipos en el mercado mundial hoy cuesta 45 mil dólares. Es más aconsejable destinar una pequeña cantidad de dinero para modernizar los talleres y adquirir repuestos, afirmó el ministro.
Ulises Guilarte de Nacimiento, miembro del Comité Central del Partido y secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba, reconoció el talento reunido en aquella sala, y elogió las potencialidades de los obreros del sector para que la agricultura aumente sus aportes a la economía nacional.
El dirigente obrero manifestó que van a una conferencia nacional de una asociación que tiene respaldo en el país, y la capacidad para encauzar ese talento infinito de los creadores, por lo que corresponde a los sindicatos y las administraciones la solución de las trabas que limiten su gestión.
Explicó que el pago por el trabajo de los innovadores se respalda por una comisión técnica nacional que evalúa su efectividad durante un año, por tanto hay que cumplir lo que está jurídicamente refrendado para su estimulación y pago por cada solución.
“La Anir surgió, existe y existirá para contribuir a buscar más eficiencia y racionalidad en los procesos productivos. Este sector decide en la economía del país, con casi un millón de trabajadores y un impacto importante en el estado de opinión de la población.
En el informe presentado a los delegados, Néstor Hernández Martínez, secretario del Sindicato de Trabajadores Agropecuarios y Forestales, recoge que cuentan con 19 mil 935 asociados a la Anir, y que existen en el sector 369 entidades con actividad innovadora. De ellas, 65 se encuentran en el Perfeccionamiento Empresarial y durante el proceso de esta conferencia nacional se identificó que 15 no cumplen con lo establecido en la Ley 38.
En la etapa solo se controlaron 133 planes temáticos y hay dificultades con su elaboración en 54 entidades; del total 69 no tienen presupuesto asignado para respaldar la labor de los aniristas.
Los principales planteamientos de los miembros de la Anir durante el proceso se relacionan con el insuficiente apoyo institucional, dificultades con el aseguramiento financiero y material, incumplimiento en la aplicación de la Ley 38 y necesidad de su actualización, deficiente reconocimiento y falta de capacitación entre otros.
Un delegado por el municipio pinareño de Consolación del Sur, transmitió su preocupación porque la fábrica de piensos y las unidades empresariales porcinas El Tigre y El Abra, de ese territorio, no cumplen con la ley 38. Liván González, de Jagüey Grande, planteó que la empresa de cítricos y el combinado de este territorio se unieron y unificaron la cuenta bancaria de los aniristas, que no se paga igual la labor innovadora en ambos centros, por lo que los del combinado están desprotegidos.
Explicó las torpezas que se cometen al querer estimular a los innovadores, y ejemplificó que a uno de ellos le dieron un cheque para cobrarlo en otro pueblo distante del suyo, que cuando llegó hubo problemas con la confección del mismo y debió regresar a la entidad donde trabaja y después volver por el dinero, lo que se convirtió más en un castigo que estímulo.
Los delegados que representan a varias empresas del Grupo Agroindustrial Arrocero, transmitieron sus experiencias en el funcionamiento de la asociación y el aporte de esta a la gestión de las entidades, mientras Marilys Milián, del Instituto de Investigaciones de Viandas Tropicales (INIVIT) se refirió a que “en su centro los innovadores trabajan a la par de los investigadores y tienen en el centro de su atención el mejoramiento de las semillas y el mantener activo el parque de transporte”.
Mariluz Molina, presidenta de la Anir en Holguín, se quejó por la insuficiencia del trabajo de la asociación en esa provincia, ya que no se evalúan ni se tramitan los trabajos de los innovadores, y que ella sabe que hay decenas de soluciones en fábricas y empresas del sector.
Fue planteada la preocupación de los aniristas de las fábricas de cigarros, por la obsolescencia tecnológica de sus instalaciones y equipos, las cuales podrían colapsar si no se les pone capital para la modernización.
Ania Sánchez, de la planta de beneficio de café en la empresa Eladio Machín, de Cumanayagua, en Cienfuegos, que tiene 51 años de creada, con equipamiento que nunca han cambiado, pero que funciona, explicó que la cosecha ha menguado este año, pero que los trabajadores de su centro se empeñan en mantener la calidad del grano y en elevar los ingresos por su comercialización.
Otros delegados se refirieron a la labor de los aniristas en la forestal, con la modernización de algunos procesos y la necesidad de buscar soluciones a la extracción de madera; a la que realizan en los talleres de las empresas de logística, entre otros.
Alfredo Machado López, presidente de la ANIR nacional, agradeció la atención que le había brindado la agricultura para el desarrollo de esta conferencia y transmitió su confianza en que los problemas que se plantearon en el sector tendrán solución a corto plazo.
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