Casi dos años de ausencia de precipitaciones en las áreas que benefician los embalses de Santiago de Cuba ha provocado una crítica situación con la disponibilidad y distribución del vital líquido en la segunda ciudad en importancia del país.
En estos momentos se acumulan 164,7 millones de metros cúbicos menos que en igual período del año anterior, con un deprimido volumen de agua en las presas, las que se encuentran al 44,78 por ciento de su capacidad de llenado.
El problema se agrava cuando se sabe que casi concluye el período húmedo en Cuba, comprendido entre los meses de mayo a octubre, y llega la etapa de menor régimen de precipitaciones, de noviembre a abril.
Según precisiones de Omar Palacio, especialista principal de la Empresa de aprovechamiento hidráulico, de los 11 embalses de la provincia, cinco abastecen a la ciudad cabecera, y actualmente retienen muy bajos niveles de agua: Gilbert, 37,1 por ciento, Gota blanca 31,7; Charco mono 23; Chalón 18, y Parada 17,3 por ciento.
Además de Santiago de Cuba, poblada por más de medio millón de habitantes, también se encuentra severamente limitada por la disponibilidad del líquido el municipio de Palma Soriano.
Diversas alternativas y medidas se adoptan para palear la situación, entre ellas la disminución en días de servicios y presión de agua en varios sectores hidrométricos, así como la distribución con pipas y la articulación de una campaña de comunicación que estimule el ahorro de agua, tanto por parte de la población como por las entidades estatales.
