El movimiento sindical en la nororiental provincia de Las Tunas recuerda que en la pasada contienda el inicio tardío de la cosecha y problemas de eficiencia agroindustrial le mutilaron al plan unas 25 mil toneladas azúcar, y el resultado fue, pese al crecimiento experimentado, el incumplimiento del compromiso con la economía local y nacional.
Esa situación ha puesto, como nunca antes, en la mira de la CTC, a través del sindicato del sector, el desarrollo de las actuales reparaciones con vistas a la inminente zafra 2014-2015, en la cual es propósito declarado la producción de más de 203 mil toneladas, una cifra que supera la obtenida en la anterior campaña y pone en tensión a todos los implicados en su materialización.
“La CTC ha elevado la vigilancia en torno a cuestiones relacionadas con la atención a los hombres y mujeres que participan en esas faenas, y son, a la postre, los artífices del esperado triunfo”, asegura Elena Chagues Leyva, secretaria general de la organización obrera en la provincia.
En esas intenciones cuenta el proyecto institucional de dignificación de esta industria que, con el apoyo administrativo y el esfuerzo de los colectivos, va cambiando la imagen de las fábricas, lo que redunda en un ambiente laboral más acogedor y confortable.
Estas ideas toman forma en la pintura de las instalaciones y sus cercas perimetrales, la sustitución de deterioradas carpinterías de madera por ventanales metálicos, el impulso a la rehabilitación de baños sanitarios y en algunos sitios con el montaje de duchas, y en otras acciones de mejoras continuas del entorno natural de esos centros.
Roberto Peña Escobar, secretario general del sindicato azucarero en la provincia, confirma que en estos momentos se trabaja arduamente en la organización de las secciones sindicales para fortalecer su funcionamiento y puedan ejercer eficientemente la representación de sus afiliados, quienes tendrán, en esta oportunidad, el derecho de decidir si la industria está en condiciones o no de comenzar la molienda.
Los desvelos sindicales han transitado -y transitan- por el intercambio constante, hombre a hombre, en los escenarios productivos; la exigencia a los organismos encargados de los aseguramientos para la alimentación; y, la implementación de un motivador sistema de emulación interna.
Las direcciones sindicales y administrativas, de mutuo acuerdo, han promovido la realización de ferias comerciales sabatinas y reconocimientos morales a los más destacados que procuran, también, el acercamiento de la familia de los trabajadores al enclave productivo.
Especial atención recibe este quehacer en el municipio de Amancio, donde en la anterior zafra hubo dislates que ocasionaron contratiempos y el movimiento sindical ha trabajado denodadamente para transformar la situación y elevar el sentido de pertenencia y responsabilidad colectiva.
