Allí en el barrio, donde se une el intelectual con el obrero, el campesino con el estudiante, el ama de casa con el jubilado, hay personas que se tornan especiales, necesarias, auxiliadoras de emergencias cotidianas, digamos para recomponer una ropa o un calzado, eliminar salideros, embellecer el cabello, reparar el techo o la pared de la casa, y hasta las más impensadas cuestiones.
En cientos de comunidades hombres y mujeres sencillos ejercen oficios diversos al amparo de las posibilidades que se abrieron a partir de la ampliación del trabajo por cuenta propia; muchos, incluso, optaron por afiliarse al sindicato del sector más relacionado con la actividad que realizan.
Modista-sastre, zapatero, plomero, albañil… desempeñan su quehacer en las cuadras de todo el país; de ahí que en el contexto de las celebraciones por el aniversario 54 de la creación de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) se estimule a esos que también aportan en beneficio de la nación.
Todo el mundo cuenta
El Reconocimiento al oficio del barrio, instituido por la masiva organización, fundada por iniciativa del Comandante en Jefe Fidel Castro el 28 de septiembre de 1960, es un estímulo que ha llegado a manos de muchos en todo el país; en Santiago de Cuba en particular han sido merecedores de él barberos, peluqueras, carpinteros, albañiles, arrendadores de autos y bicitaxis, entre otros.
“La idea es visibilizar en las cuadras a las personas que asumen labores útiles y a veces no se valoran en toda su dimensión, dice Sandra Santos García, funcionaria de los CDR en el suroriental territorio santiaguero, siempre teniendo en cuenta la magnitud del aporte social y por supuesto la participación activa en las tareas de la organización.
“En el mes de julio comenzó la entrega, y todavía estamos otorgando el diploma acreditativo, en ocasiones de conjunto con la Central de Trabajadores de Cuba, propiciando que los vecinos se sumen al momento y que públicamente aquellos que más destacan reciban la felicitación oportuna, como aliento para seguir el camino y ejemplo para otros”.
Cooperativa de avanzada
En Santiago de Cuba la iniciativa ha ido creciendo en su concepción y recientemente, más allá de una individualidad, el reconocimiento le fue conferido a un colectivo devenido paradigma de las transformaciones económicas que tienen lugar en el país: la cooperativa de la construcción Veranes, primera de su tipo constituida en la provincia.
Encabezada por el Héroe del Trabajo de la República de Cuba Ricardo Veranes Carrión, esta forma productiva, en la que el salario promedio mensual frisa los 2 mil pesos, crece vertiginosamente y ya totaliza 66 socios, quienes asumen la materialización de 22 contratos que se hacen tangibles en los barrios, allí donde la vecindad los ve reconstruir lo que parecía perdido, o edificar aquello con lo que nunca se soñó.
Además de estas razones, otras muchas le granjearon el derecho al Reconocimiento al oficio del barrio, entre estas ser espacio que acoge y forma a jóvenes que inician su vida laboral, además de tener sindicalizados a todos sus integrantes, quienes devienen cederistas de avanzada en aspectos como las donaciones de sangre o el cumplimiento de la guardia.
Ellos, junto a otros que ejercen sus oficios en las comunidades cubanas y que igualmente han sido estimulados por la masiva organización, tienen motivaciones al por mayor para el doble festejo el venidero 28 de septiembre, una fecha que nos recuerda a todos el valor de andar unidos en empeños comunes.