El Sumasensor, conocido comúnmente como glucómetro, es un equipo producido por el Centro de Inmunoensayo, y lo pueden adquirir en las farmacias del país todas las personas que padecen de diabetes mellitus.
Esta enfermedad crónica no transmisible, cuya prevalencia ha aumentado entre los cubanos, se caracteriza por la presencia permanente o crónica de elevadas concentraciones de glucosa en la sangre (hiperglicemia) y sus síntomas principales se asocian a la emisión excesiva de orina, aumento anormal de la necesidad de comer, de la sed y pérdida de peso sin razón aparente.
El hecho de contar con un glucómetro para cada diabético debe tener un impacto positivo sobre la salud de estos enfermos, que pueden conocer, mediante un examen sencillo y rápido, el estado de su glicemia.
Unos años atrás, el Centro de Inmunoensayo comenzó una producción escalonada de es tos equipos (con sus aditamentos), que permitió suministrarlos en una primera instancia a los pacientes dependientes de la insulina, se extendió a los que tenían algún grado de complicación asociada a la enfermedad y hoy alcanza para satisfacer las necesidades, al igual que la de los biosensores (tirillas o tiritas).
El control de la glucosa en sangre puede reducir el riesgo de complicaciones a largo plazo de la diabetes; la correcta utilización del autoanálisis permite el control glucémico, evitando los cambios bruscos de glucemia, y aumenta la expectativa de vida, mejora la calidad de esta y la autonomía del paciente y sus familiares.
El análisis facilita, además, el seguimiento médico del tratamiento implementado, hacer un uso racional de los servicios sanitarios, así como reducir las urgencias y hospitalizaciones.
El glucómetro es exacto, fácil de usar, no causa dolor y los resultados se obtienen en solo 25 segundos. Puede ser empleado por personas no expertas en esta materia.
Cada biosensor contiene una enzima específica. Cuando una gota de sangre se aplica en el área indicada de la tirilla, la glucosa se mezcla con un reactivo químico contenido en ella y se produce una pequeña corriente eléctrica. Su intensidad cambia con la concentración de glucosa. El glucómetro mide la corriente, calcula el nivel de glucosa en sangre, muestra el resultado y lo almacena en la memoria.
Es un equipo resistente y duradero si es bien tratado. Los fabricantes recomiendan utilizar baterías alcalinas, nunca las recargables, y quitarlas sistemáticamente para evitar que se sulfaten dentro del aparato. También aconsejan introducir cuidadosamente la tirita o biosensor dentro del dispositivo para que no se dañe.
Este sistema de diagnóstico debe usarse previa consulta con un especialista tanto para la pesquisa activa de la diabetes mellitus como para el control de cada diabético. No se emplea en los recién nacidos.