Por Roberto M. López de Vivigo, estudiante de Periodismo
Dos noticias han sacudido recientemente el mundo del ajedrez: la victoria del Gran Maestro (GM) italiano Fabiano Caruana (2801) en la II Copa Sinquefield, y la aceptación del GM noruego Magnus Carlsen (2877) para jugar el match por el título mundial.
A simple vista ambos hechos no guardan relación, pero analicemos a fondo uno por uno y veremos que estas informaciones tienen gran conexión. La perfecta actuación del bambino en el torneo con mayor Elo promedio en la historia del juego ciencia (2802, Categoría XXIII), luego de completar siete victorias seguidas frente a Veselin Topalov (2772) (dos veces), M. Vachier-Lagrave (2768) (par de ocasiones), Carlsen, Levon Aronian (2805), Hikaru Nakamura (2787) y tres tablas, todas las partidas contra jugadores del Top Ten.
Ahora, lo más interesante es que derrotó al número uno del orbe con negras y tras solo 34 movimientos, en el otro cotejo también tuvo ventaja pero pactó el armisticio. Su Elo crecerá 35 unidades y llegará a 2836, la tercera mejor marca de toda la historia.
Con respecto a la lid por la supremacía universal, Carlsen finalmente firmó el contrato que lo pondrá cara a cara con el indio Vishy Anand (2785). Después de las inconformidades del noruego por la sede Sochi (Rusia) y el premio monetario, el cual será inferior al del año pasado, tuvo que aceptar pues si no lo hacía perdería automáticamente su corona y el duelo se realizaría entre el Tigre de Madrás y el GM ruso Sergey Karjakin (2777), quien terminó segundo en el Torneo de Candidatos. Recordemos que este evento es la única vía para acceder a la discusión por el título del mundo, pero curiosamente Caruana no participó en el último celebrado en Khanty-Mansiysk, Rusia.
En fin, el italiano está a solo ¡26! puntos del noruego en el ranking en vivo y ha demostrado que tiene para mucho más, incluso para participar en el duelo del próximo noviembre. Quizás el próximo año se enfrenten por el reinar en el templo de Caissa, que antes parecía estar destinado solo a la súper estrella, la máquina, a Carlsen.
