Un grupo de medidas de control y enfrentamiento a la extracción ilegal de oro se adoptan en la provincia de Holguín, con el objetivo de contrarrestar el incremento de esta actividad, ejercida con fines de lucro y al margen de la ley.
Rolber Reyes Pupo, jefe en funciones de la unidad del Medio Ambiente del CITMA, confirmó que con las acciones acometidas se ha logrado frenar el auge de las excavaciones en busca del metal precioso, las cuales abarcan cuatro municipios del territorio.
Consignó que las acciones son rectoreadas por el grupo provincial y los municipales de enfrentamiento a la minería ilícita, que con la participación de los organismos involucrados se crearon en Holguín, Rafael Freyre, Báguano y Moa, donde están las zonas perjudicadas.
En primer lugar se trabaja en la prevención y educación ambiental de la población, teniendo en cuenta lo prejudicial que resulta el laboreo minero, tanto para el medio como para la salud humana, por el vertimiento de sustancias tóxicas y la erosión del suelo.
El combate directo lo acometen fuerzas del Ministerio del Interior, que encabezan operativos sorpresivos, en los que se realizan decomisos de las sustancias y medios utilizados, se imponen multas y procesan penalmente los casos de mayor connotación o reincidentes.
A tenor de lo dispuesto en la Ley 81 de Protección del Medio Ambiente, la unidad correspondiente también impone multas a quienes de forma irresponsable talan árboles, contaminan o provocan otros daños a la naturaleza.
El Ministerio de Salud Pública, a través de su Dirección de Higiene y Epidemiología, ha establecido un control de los sitios y asentamientos situados en las proximidades, a fin de prevenir y tratar la posible aparición de enfermedades relacionadas con la contaminación.
Este tipo de minería, realizado a la usanza de los primeros buscadores de oro, no está permitida por la legislación vigente y es muy nociva, porque en el lavado del mineral emplean mercurio y ácidos que van a parar a corrientes de agua y el manto freático.
No obstante, los violadores insisten porque se trata de una actividad muy lucrativa, ya que el producto obtenido se destina al mercado negro, donde cada gramo del metal precioso se paga a precios exorbitantes.