El Consejo de Estado de la República de Cuba otorgó la Orden al Mérito Deportivo a la nadadora estadounidense Diana Nyad, de 65 años de edad, quien consiguiera el 2 de septiembre del 2013 la proeza de unir a nado —sin aletas ni jaula protectora— las costas de nuestro archipiélago y Cayo Hueso.
El acto solemne de entrega de la alta condecoración aconteció este sábado en La Habana, presidido por Miguel Díaz-Canel Bermúdez, primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros; José Ramón Fernández, titular del Comité Olímpico Cubano, y Christian Jiménez Molina, presidente del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER).
En el texto del acuerdo se hizo constar que Diana Nyad intentó tal hazaña por primera vez en 1978, y retomó el reto en el 2011, año a partir del cual falló varias veces debido a las adversas condiciones del clima.
El récord deportivo y humano —cómo ella lo ha catalogado— se concretó hace casi exactamente un año, ocasión en que vio cumplido uno de los grandes sueños de su vida.
En cada oportunidad, con salida desde la capitalina Marina Hemingway, Nyad expresó que sus travesías pretendían enlazar y acercar un poco más a los pueblos hermanos de Estados Unidos y Cuba.
Por esa vida de constancia y dedicación, de respeto y amistad hacia Cuba, Jiménez Molina colocó en su pecho el más alto reconocimiento que se entrega en el país a los atletas de excelencia, el cual aceptó emocionada en nombre de su equipo, sin el cual habría sido imposible llevar adelante tal empresa.
En las palabras centrales del acto, Díaz-Canel expresó que “la hazaña de cruzar el Estrecho de la Florida sin aletas y sin jaula protectora, protagonizada por ella luego de cuatro intentos anteriores, demuestra una vez más que el ser humano, cuando sustenta sus sueños en nobles propósitos, es capaz de convertirlos en realidad”.
El dirigente cubano rememoró que Diana estuvo 52 horas con 54 minutos nadando continuamente, para cubrir una distancia de 177 km y convertirse en la primera persona capaz de unir ambas costas sin protección.
También recordó proezas anteriores de la agasajada, quien en 1975 nadó 45 km alrededor de la isla de Manhattan, en Nueva York, en menos de 7 horas y 30 minutos; y en 1979 venció 164 km entre una isla de las Bahamas y la Florida, en 27 horas y media.
“Su fuerza de voluntad, tesón, perseverancia y su determinación de vencer lo que parecerían ser obstáculos insuperables, con el inestimable apoyo de su equipo de colaboradores, lograron inscribir en la historia del deporte este nuevo capítulo”, aseguró Díaz-Canel.
“Apenas unos minutos después de implantar su récord, sin recuperarse aún del enorme esfuerzo realizado, Diana difundió al mundo otros mensajes cuando dijo: nunca debes darte por vencido, nunca un deporte es solitario, es de todo un equipo. Estos principios recogidos en sus palabras no nos son ajenos, son similares a los que han guiado al pueblo cubano a lo largo de su historia: valentía, resistencia, unidad, constancia, confianza y optimismo”, sentenció el dirigente antillano.
Nyad, por su parte, aceptó decir con voz entrecortada que esta condecoración constituía para ella el honor más precioso de todos. Ratificó su agradecimiento al equipo de trabajo que la acompañó, y proclamó una vez más el significado de su obra en pos de acercar cada días más a los pueblos cubano y estadounidense.
