Chelyabinsk.- Confieso que el público de la Arena Traktor conoce de judo como pocos y cuando Onix Cortés proyectó a la croata Barbara Matic aplaudió no solo por el bronce que obtenía la cubana, sino por el espectacular ippón, de los más recordados, con seguridad, en este XXX campeonato mundial de judo.
Comenzó entonces la carrera del periodista cubano hasta la zona mixta del certamen, en la que lejos de hacerle alguna pregunta el resto de los colegas solo felicitaban a la antillana y algunos hasta reían por la celebración colectiva que improvisaron de momento sus compañeras de equipo.
Un poco más reposada, pero aún con los ojos estremecidos del primer llanto de felicidad, la capitalina decidió responder un cuestionario muy práctico, pero con la carga de intereses para sus seguidores y su pueblo, a quienes dedicó, sin titubeos sus primeras palabras.
“Este bronce representa muchísimo para mí, porque esta medalla la esperaba mucha gente desde hace años. Muchos comentaristas, periodistas y pueblo en general me criticaban bastante porque sabían que podía lograr un resultado grande y nunca lo conseguía, por tanto, para ellos va dedicado este tercer lugar mundial desde Chelyabinsk”, señaló la joven capitalina.
¿Qué valoración haces de tus cinco combates?
“Hoy me sentía muy bien, física y psicológicamente. Fue muy importante la preparación que hicimos estos dos últimos meses, al menos para mi. No estaba cansada, me tracé la estrategia de ir ganando cada combate como si fuera la discusión del oro y me salió buen.
“En cuartos de finales me tocó con Yuri Alvear, una judoca que es ahora triple campeona del mundo (se coronó minutos después a mi pelea) y bronce olímpica: tiene mucha experiencia y a la que también le he ganado varias veces. Perdí con ella, pero no me desanimé y fui al repechage como si fuera el primer combate. Cuando lo gané le dije al profesor Veitía: nadie me quita esta medalla”.
¿El primer pensamiento después del ippón extraordinario a la croata?
“Cuando sentí que ella cayó sobre el tatami solo pensé: Onix, lo lograste, lo lograste. Y claro pensé en mis padres, en mi abuela, en la gente que me apoya y siempre ha estado pendientes de mi, en los entrenadores, en el pueblo (llora y siento que es de felicidad contenida)
¿No ha sido este el mejor año para ti en cuanto a resultados?
“Por eso esta medalla es tan importante, más que cuando gané el oro del mundial juvenil. También tuve otro buen mundial en el 2011 cuando terminé quinta, pero esto ha sido de gran valor porque he tenido que hacer mucho sacrificio para llegar hasta aquí. Estuve lesionada y este año prácticamente no tuve competencia. Asistí directo al Grand Prix de La Habana, donde no alcancé medallas. Tampoco estuve en el clasificatorio, ni en la gira por Europa, ni en el panamericano. Solo hice esta ultima preparación por Francia y ya ves logré mi mejor resultado”.
¿Cómo lograste romper ese pre-arranque que algunas veces frenó tu rendimiento?
“Hay muchos criterios sobre mi en ese aspecto y he sido bastante criticada, pero hoy salí bien y rompí ese pre- arranque. No obstante, yo digo que una de las cosas que ha influido en mis resultados es la manera en que me han dirigido o diseñado el entrenamiento.
El pasado año cuando terminé el mundal hablé con el profesor Veitía y le dije que me sentía cansada y él me entendió. Con la ayuda de la psicológica trabajamos para este año y se hizo algo especial conmigo y estos son los frutos, por eso estoy tan contenta”.
Una judoca tan técnica como tú, ¿cómo valoras los cambios en este deporte para favorecer este aspecto?
“El judo técnico de ahora no me gusta mucho. Prefiero el de aquellos agarrones, porque hay más oportunidades de contraatacar, pero este judo actual también me sirve porque soy una judoca con recursos, con muchas técnicas y eso me favorece”.
¿Cómo vaticinas el cierre del mundial con Idalis y la competencia por equipos?
“Confío mucho en Idalis. Es muy estable, muy calmada y es una medalla segura de cualquier color. En el torneo por equipo siempre salimos a batirnos y vamos por una medalla de cualquier color, puedes escribirlo sin problemas”.
¿Segura Onix de cara al futuro?
“Con esta medalla hay que contar conmigo en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro y en todo lo que venga en lo adelante. En los próximos días salgo para un torneo en Croacia porque necesito sumar puntos para la clasificación olímpica. Estaba en el 18 antes del mundial y para clasificar hay que meterse entre las 15 primeras”.
¿A qué personas no perdonarías dejar de saludar en esta entrevista?
“A mi mamá Santa Aldama, a mi papá Alberto Cortés y a mi abuela que es lo que yo más quiero, Ángela Martínez. Ellos dieron ese último ippón conmigo”.