Chelyabinsk.- Con una proyección que hizo recordar la técnica más depurada del judo, Onix Cortés (70 kg) definió el combate que puso fin a su sequía de medallas en campeonatos mundiales de judo, al conquistar el tercer puesto de su división en la trigésimo edición que se celebra en la Arena Traktor, de esta ciudad rusa.
La otrora titular mundial juvenil del 2006 se hizo justicia frente a la croata Barbara Matic, cuando faltando dos minutos para finalizar el combate le marcó con técnica de cadera un ippón que hizo las delicias de los más de siete mil asistentes a la instalación, lo cual le hizo saltar y llorar de alegría tanto a ella como a su entrenador Ronaldo Veitia.
Onix tuvo una competencia impecable con cuatro victorias y una solitaria derrota, esta última en cuartos de final ante su sempiterna rival de América y doble titular universal Yuri Alvear, de Colombia, quien le ganó por ippón (dos wazaris), en una tarde de lujo para ella, pues se coronó minutos más tarde por tercera ocasión en estas lides.
Pero volviendo a la actuación de la cubana, su inicio fue contra la rusa Ekaterina Denisenkova, quien a pesar de contar con el apoyo de su público no pudo contrarrestar el ímpetu y el ataque constante de la antillana, que logró sacar ventaja mínima de shido por pasividad de la local, en lo que representó su segunda victoria frente a ella en igual cantidad de enfrentamientos.
En la siguiente presentación, Onix le recetó wazari a la italiana Jennifer Pitzanti en un combate donde la europea actuó a la defensiva todo el tiempo por lo cual también recibió dos penalizaciones que incluso pudieron ser más.
El pase a la pugna por el bronce lo ganó frente a la uzbeca Gulnoza Matniyazova, con su primer y convincente ippón en el tercer minuto de la pelea. Todo el tiempo se vio a una judoca concentrada, animada y ambiciosa del triunfo, atributos que siempre habían demandado sus seguidores para un gran resultado en estos certámenes universales.
La otra cubana en acción durante esta antepenúltima jornada fue la subtitular olímpica de Beijing 2008, Yalennis Castillo (78 kg), que igualó su mejor resultado en estas lides: séptimo puesto, aunque luchó hasta el final por una medalla de bronce que compensara el esfuerzo hecho tras las lesiones y la maternidad de los últimos años.
Su apertura en la lid se produjo frente a la británica Nataliel Powell, oncena del ranking mundial y contra la que nunca se había enfrentado, sin embargo, logró rápida ventaja de dos shidos por pasividad de su contraria, la cual conservó hasta el final.
La parada subió en la segunda pelea contra la japonesa Ruika Sato, pero una táctica inteligente le permitió sortear el escollo asiático y avanzar gracias a tres amonestaciones a la nipona, dos de ellas por pasividad y una tercera por salir fuera de los límites del tatami.
Para colarse en la ronda semifinalista, la holguinera tenía que vencer a la francesa Audrey Tcheumeo, bronce olímpico y titular del orbe en el 2011, pero tropezó por tercera ocasión consecutiva con el buen judo de la gala, quien primero le marcó wazari y luego la inmovilizó para asegurar el éxito en dos minutos de pelea.
Ya en la repesca su rival portuguesa, Yaima Ménendez, se aprovechó de su origen cubano para dominarla por un yuko marcado en el primer minuto, al que no pudo responder Castillo aunque intentó una y otra vez, incluso a partir de las penalizaciones.
En la otra división programada para esta antepenúltima jornada del mundial, los 90 kilogramos, Cuba no tenia representante, pues el monarca defensor de la edición pasada, Asley González, sufre de una lesión que le imposibilitó ser inscrito.
Este sábado cierran las rondas individuales y por Cuba saldrán al tatami la campeona olímpica y universal, Idalis Ortiz (+78 kg), así como los integrantes del conjunto varonil, José Armenteros (100 kg y Oscar Braison (+100 kg). El domingo será el cierre por equipos en la propia Arena Traktor.