Chelyabinsk.- Si había un camino escabroso a las medallas en el XXX campeonato mundial de judo ese lo tenía la cubana Yanet Bermoy (52 kg), respetada entre las grandes de su división, pero despedida de esta ciudad rusa con un quinto lugar que le provocó llantos de impotencia e insatisfacción.
Como toda una guerrera sobre el tatami, las tres veces ganadora de preseas a este nivel y doble subcampeona olímpica cayó por dos shidos en la discusión del bronce con una conocida de sobra, la brasileña Erika Miranda, subtitular del orbe en el 2013, a quien ha superado en siete de los diez enfrentamientos particulares entre ellas, según los propios periodistas sudamericanos que cubren el evento.
Minutos antes, en el inicio de la repesca, la cienfueguera se desquitó de cuatro reveses contra la japonesa Yuki Hasmoto, bronce universal en la pasada edición cuando eliminó precisamente a la antillana. Ahora la táctica funcionó a las mil maravillas y aunque arrancó perdiendo por yuko, aprovechó mejor un contrataque para inmovilizarla en newaza. Por cierto, tres de los cuatro combates que celebró este 26 de agosto los ganó de esa manera.
Bermoy había comenzado la mañana con una fácil victoria por ippón sobre la representante de Burundi, Antoinette Gasongo y luego superó a la belga Ilse Heylen, bronce olímpica de Atenas 2004 y una veterana de cinco mundiales, en apenas 30 segundos, pues no la dejó que se escapara en una esquina del tatami al proyectarla con técnica de hombro.
En la tercera presentación chocó contra la bielorusa Darya Skrypnik, quien apenas pudo soportar el ritmo de la cubana y recibió yuko en el segundo minutos de la pelea, ventaja suficiente para pasar a discutir el boleto semifinalista nada más y nada menos que con la campeona del mundo Majinda Kelmendi, de Kosovo, primera del ranking del orbe entre todas las divisiones.
Sin duda, era la rival más exigente que encontraría Bermoy en su deseos de regresar a un podio mundial y finalmente no pudo derrotarla al caer por ippón (dos wazari) en apenas dos minutos de intercambio. Se le vio rápida y activa, pero sin poder descifrar a la mejor judoca del mundo en la actualidad, quien minutos más tarde sería la primera monarca que logra repetir su título del pasado año.
Por su parte, el representante varonil, Gilberto Solar (66 kg), abrió bien contra el chino Duanbin Ma. Le marcó yuko en el primer minuto y el combate iba parejo hasta que faltando 60 segundos le aplicaron una penalización al cubano por falso ataque, lo cual animó al asiático, quien logró un discutido wazari a menos de 10 segundos del final, lo cual le dio el triunfo definitivo.
En esa división reeditó su dorada el japonés Masashi Ebinuma, con lo cual mantuvo a su nación como la puntera de este campeonato mundial, que sigue celebrándose en la repleta y entusiasta Arena Traktor, donde caben cómodamente 7500 espectadores.
Este miércoles las cartas de presentación de Cuba serán Aliuska Ojeda (57 kg) y Magdiel Estrada (73 kg), con las mayores opciones de avanzar para este segundo, a pesar de que ninguno de los dos organigramas serán fáciles.
Medallistas del segundo día:
52 kg: ORO: Majinda Kelmendi (KOS), PLATA: Andrea Chitu (ROU), BRONCE: Erika Miranda (BRA) y Natalia Kuziutina (RUS)
60 kg: ORO: Masashi Ebinuma (JPN), PLATA: Mikhail Pulyaev, (RUS) BRONCE: Kamal Khan-Magomedov (RUS) y Georgii Zantaraia (UKR)
Acerca del autor
Máster en Ciencias de la Comunicación. Director del Periódico Trabajadores desde el 1 de julio del 2024. Editor-jefe de la Redacción Deportiva desde 2007. Ha participado en coberturas periodísticas de Juegos Centroamericanos y del Caribe, Juegos Panamericanos, Juegos Olímpicos, Copa Intercontinental de Béisbol, Clásico Mundial de Béisbol, Campeonatos Mundiales de Judo, entre otras. Profesor del Instituto Internacional de Periodismo José Martí, en La Habana, Cuba.