Chelyabinsk.— En febrero del 2013, esta ciudad rusa de Chelyabinsk fue noticia en el mundo por la caída de un meteorito, que entre asombro, rareza y afectación real llenó páginas enteras de los diarios en todo el planeta. Este lunes 25 de agosto, el escenario será el mismo, pero los titulares estarán relacionados con otro acontecimiento: la XXX edición del campeonato mundial de judo.
La cita promete ser otra fuerte porfía entre las grandes potencias de la disciplina: Japón, Francia, Sudcorea, Rusia y Cuba, sin descontar algunas individualidades de otras naciones. Exquisitos anfitriones, la Arena Traktor servirá de sede a los más de 700 competidores de 120 países que aparecen inscritos, al tiempo que no pocas sorpresas pueden presagiarse en los podios de premiación.
Nuestros 14 representantes cifran sus mayores esperanzas de medallas y campeones en la selección femenina, respetada por ser la tercera en número de títulos y preseas en el palmarés histórico. Los titulares del orbe en la pasada versión de Río de Janeiro, Idalis Ortiz y Asley González, son de protagonistas más esperados, aunque ya sabemos que en el caso del segundo una lesión todavía le incomoda y tiene muy difícil y comprometida su salida al tatami.
Desde 1987, Cuba jamás ha regresado a casa sin medallas de una lid de esta magnitud. Para mantener tal faena, la voz cantante, de nuevo, tendrá acento femenino, lidereada, además de Idalis, por la fogosa Yanet Bermoy —acude a su séptimo mundial con un primer lugar y dos platas—, la reaparecida Yalennis Castillo —siempre de respeto por el subtítulo olímpico del 2008—, y dos jóvenes en ascenso: María Celia Laborde y Dayaris Mestre.
Oscar Braison, segundo del planeta en el 2009 y bronce olímpico en Beijing, es otra opción de preseas en Chelyabinsk, aunque en su división aparece nuevamente el judoca historia: Teddy Riner, de Francia, imbatible en esos escenarios desde el 2007 y ganador de siete preseas, de ellas seis de oro. Por cierto, de conquistar el puesto de honor, abrazaría en número de títulos a la formidable japonesa Ryoko Tamura, ya retirada.
Sobrepasar la barrera de las 70 medallas en estas lides no parece difícil para nuestros judocas, quienes siguen siendo los líderes de América en estos torneos, por delante de potencias como Brasil y Estados Unidos. En el caso específico de las mujeres, a 25 años de la primera dorada con Estela Rodríguez, no vendría mal un botín con los tres metales, a pesar de la sustitución a última hora por lesión de Maricet Espinosa, candidata a preseas.
El meteorito de judo que caerá sobre Chelyabinsk dejará un impacto total en el planeta, pero de emociones, alegría y muchos ippones.
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