Un espectáculo nombrado Honores, en recordación a Antonio Castañeda Márquez, recientemente fallecido, tuvo por sede la Asociación Cultural Yoruba de Cuba, institución que dirigió el destacado religioso durante los últimos dos decenios.
En la tarde de este viernes se dieron cita en la amplia casa capitalina de Prado No. 615 una representación de artistas y un nutrido público para homenajear al diputado, al hombre de la cultura y el pensamiento ecuménico, al amigo.
Allí tuvo lugar el verso, la canción, los tambores, la danza… Y en cada expresión quedaba claro que la muerte tiene que estar equivocada, porque Castañeda vive en cada pedacito de las paredes, los cristales y los maderos que componen el recinto.
Junto a los familiares allegados de Castañeda ocupó asiento Caridad Diego, jefa de la Oficina de Atención a los Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista de Cuba. También asistieron sus compañeros diputados de la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea Nacional del Poder Popular de la República de Cuba.