El problema de la higiene en nuestros barrios y calles, sobre todo en la capital del país, está en una situación crítica, y es más visible y peligroso en esta etapa veraniega de intenso calor, cuando muchas personas están de vacaciones en casa o acuden a las distintas opciones recreativas existentes.
No tenemos que enunciar aquí, porque son harto conocidas, las consecuencias nefastas que tal abandono puede provocar para la salud humana, y en sentido más amplio los perjuicios que esto implica para el bienestar y la calidad de vida en las comunidades. Pero sí debiéramos intentar aportar alguna luz sobre las probables causas de este fenómeno tan negativo y algunas maneras posibles de enfrentarlo.
Son ciertas, por supuesto, las complicaciones que origina el exceso de población en determinadas zonas de nuestras urbes, así como la escasez de recursos para los servicios comunales; pero la percepción casi generalizada entre la ciudadanía es que hay un mal aprovechamiento de lo que tenemos, y sobre todo, una deficiente organización y exigencia de las autoridades locales.
No sería justo absolutizar para todo el país, porque otras ciudades cubanas destacan por su tradicional limpieza, lo cual incluye la cultura cívica del cuidado del entorno y el manejo integrado de sus desechos sólidos, con fórmulas diversas que abarcan desde el aporte de las entidades estatales tradicionales hasta del trabajo por cuenta propia.
Pero que el asunto resulte inmanejable en La Habana es ya una especie de círculo vicioso que habría que romper. Es cierto que son muchas las partes involucradas en la misión de garantizar la higiene comunal en una ciudad enorme y superpoblada. Pero también es frecuente que cada una de ellas responsabilice a la otra, mientras la suciedad, la desidia y la basura nos rodean hasta casi resultarnos ya penosamente habituales.
Aunque nos duela decirlo, falta vergüenza; y también un sistema de trabajo que proyecte, ejecute y controle una política de saneamiento más integral. La conducción de la limpieza no puede ser el asunto exclusivo de una empresa u otra, entre otros motivos porque no es solo Comunales la que interviene en el estado de la higiene en la capital.
Desde el que construye una gran obra o su pequeña casa, hasta la entidad que brinda servicios cuyo sostenimiento y reparación requiere intervenir en los espacios públicos; desde los que comercializan, hasta los que transportan; desde el vecindario hasta los paseantes, todo el mundo puede aportar su granito —y muchas veces lo hace— de suciedad y desorden.
El único actor que podría aunar, conducir y verificar el cumplimiento de lo que a cada entidad o persona corresponde en materia de higienización es el gobierno local, ya sea en la provincia o en los municipios, mediante la coordinación de los esfuerzos y recursos existentes en un programa racional y ordenado, y una supervisión real en la base, a pie de calle, fuera de las oficinas y los informes burocráticos.
No es comprensible, por ejemplo, que los camiones colectores de los tanques y las carretas que recogen los desechos vertidos en el suelo cuando estos ya están llenos, no puedan pasar juntos o al menos durante la misma jornada, para garantizar de manera efectiva que las cuadras queden limpias, aunque sea por un tiempo prudencial. O que donde no existe el camión y vierten los tanques al piso para recoger su contenido con palas, luego no pase el barrendero detrás.
Si los vehículos para extraer la basura no son suficientes, entonces no debiera faltar al menos una programación lo más ajustada posible a la capacidad real de recogida, de modo que le permita a la población planificar y crearse un hábito para sacar los desechos de casa en el momento más oportuno, incluyendo el rescate de los antiguos “planes tareco” para la extracción de escombros, ramas y otros desechos de los hogares. Estos ciclos y horarios deben ser de conocimiento de los presidentes de consejos populares, los delegados en la circunscripción, los ejecutivos de los CDR, los vecinos, para velar y exigir por su cumplimiento.
Y al frente de esta tarea de higienización, organización del trabajo y recuperación de la disciplina social, individual y colectiva, tiene que estar el liderazgo visible de las autoridades políticas y administrativas de cada provincia, municipio, localidad. Así, tal vez ,podríamos recuperar el hábito de la limpieza.
Muchas felicidades por su artículo, que se aparta del DESAHOGO DE LA EXUBERANTE Y HOJOSA IMAGINACIÓN de la mayoría de los periodistas, describiendo un problema con todos sus elementos, donde se denuncian LAS INDISCIPLINAS INSTITUCIONALES y LAS CIUDADANAS con nombres y apellidos, mostrando las DOS CARAS DE LA MONEDA., llamándole AL PAN, PAN Y AL VINO, VINO.
El título del artículo es EXCELENTE, porque en realidad VERGÜENZA Y ORDEN es lo que ha faltado para resolver los problemas del pueblo , donde los funcionarios DEL PODER POPULAR han demostrado LA INCAPACIDAD DE PENSAR , PREVER y COORDINAR los esfuerzos de varias instituciones de su territorio, en la solución de un problema, porque cada institución actúa COMO UNA GUERRILLA en su parcela, sin importarle el daño que pueda producir y justificando sus DEFICIENCIAS, INDOLENCIA, Y FALTA DE RESPETO AL PUEBLO con otras instituciones .
También demuestra LA FALTA DE ATENCIÓN Y EXIGENCIA de los DELEGADOS Y DIPUTADOS de las Asambleas de los territorios, a las quejas de la población que los eligió y la PÁLIDA RESPUESTA a las orientaciones del PRESIDENTE RAÚL CASTRO
ORDEN, DISCIPLINA Y EXIGENCIA
Sobre el YUGO de los funcionarios indolentes, incapaces, prepotente e insensible, debe subirse, LA ESTRELLA que ilumina y mata de la OPINIÓN PÚBLICA., para cumplir el sueño de mármol del DELEGADO DEL PARTIDO REVOLUCIONARIO CUBANO
CON TODOS, Y PARA EL BIEN DE TODOS.
Lo vuelvo felicitar, porque no informa ligera y frívolamente sobre los hechos que ACAECEN O LOS CENSURA con mayor suma de AFECTO O ADHESIÓN, señala y presenta ESTUDIADAS CUESTIONES que han menester mas SERIO Y URGENTE REFORMA , haciendo una propuesta de SOLUCIÓN. Estos son los artículos en los medios masivos, que necesita y agradece el pueblo y el gobierno. De de esta manera, LA PRENSA aumenta el RESPETO Y PRESTIGIO EN EL PAÍS, y conforme a sus servicios y merecimientos LA PROTEJA Y LA HONRE.
El AUTOR INTELECTUAL DEL ASALTO AL CUARTEL MONCADA planteo:
La VERGÜENZA se ha de poner DE MODA y fuera de moda la DESVERGÜENZA. Ha de ser LIMPIA la casa y la CONDUCTA O. C. Tomo 5 Pág. 68
ADIVINAR es UN DEBER de los que PRETENDEN DIRIGIR. Para ir DELANTE de los demás, es necesario VER MAS QUE ELLOS. O. C. Tomo 4 Pág. 193
PENSAR ES PREVER O. C. Tomo 7 Pág. 325
DEMORAR un problema, no es mas que AGRAVARLO. O. C. Tomo 14 Pág. 268
… el BUEN DIARIO debe ser como un juglar, que siempre tiene UNA PELOTA en el aire. Y siempre TOMA LA PELOTA del cesto de las PREOCUPACIONES POPULARES.
O. C. Tomo 12 Pág. 311
No hay como PENSAR firmemente para HABLAR ELOCUENTEMENTE. Lo que esta definido en el JUICIO, será seguro bien en LOS LABIOS. O. C. Tomo 14 Pág. 279
Felicidades
realmente esa foto parece tmada de Haiti o Africa y,que conste despues de una tragedia como un terremoto o una Guerra o algo parecido ,no puedo entender como una ciudad tan linda coo la Habana pueda tener esa suciedad ,y lo que es mas incomprensible son los indices de salud que da el gobierno ,por que con esa sucidad ,tiene que existir un sin fin de enfermedades
Falta voluntad política y liderazgo real para acabar de crear una cultura de saneamiento. La desidia va desde las autoridades a la población y no percibo en esto ninguna voluntad de cambio….
recursos es cierto hacen falta,, pero lo que hace mas falta es verguenza , que barbaridad,,,,