Por estos días, Manuel, Rocío, Andrea, María José, María, Cova, Alex y Pedro, se mueven por diversos lugares de nuestro país para acercarse a su gente y conocer directamente la realidad cubana y la Revolución, más allá de las tergiversadas informaciones que sobre esta divulgan los grandes medios.
Procedentes de Valencia, España, llegaron el pasado 19 de julio, en una brigada solidaria organizada por la Asociación Valenciana de Amistad con Cuba José Martí, en compañía de dos directivos de esta: David Rodríguez, presidente, y Amparo Arocas, tesorera.
El contacto con ellos ocurrió el día en que, finalizada la fraternal labor voluntaria que durante dos semanas realizaron en la Escuela Especial de Autismo Cheché Alfonso, del municipio de Plaza de la Revolución, se disponían a colocar un mural y a dejar marcadas sus manos en la pared, como símbolo de los sentimientos de amistad y cooperación que los impulsaron a viajar a Cuba.
Como coordinador de la brigada, que no por pequeña dejó de trabajar con entusiasmo y responsabilidad, funge Manuel Lleonart, estudiante de Economía en la Universidad de Valencia y miembro de la juventud comunista, quien explicó:
“Somos cuatro estudiantes, tres trabajadores y un parado; un noveno integrante, Lucho, un cantautor chileno residente en Valencia, solo pudo acompañarnos por una semana, pues problemas personales no le permitían estar todo el tiempo.
“En marzo, cuando surgió la idea de organizar la brigada para este año, me incorporé. Llevaba mucho tiempo deseando venir a Cuba, por tratarse de un referente del socialismo actual y a nivel histórico. No sabíamos cómo nos iban a recibir, aunque esperábamos que no fuera mal, y al segundo día ya nos sentíamos entre amigos; establecimos una relación genial, y hemos estado muy bien cuidados”, afirma.
Explica que al llegar a la escuela comenzaron por determinar las áreas más afectadas de los dos edificios que la integran, y se decidieron por el que tenía las paredes desconchadas. Con la ayuda de Guille, uno de los profesores, las rasparon y resanaron, para por último pintar y limpiar.
“Solo dejamos de trabajar un día para trasladarnos a San Antonio de los Baños, en la provincia de Artemisa, a visitar los proyectos en que participa la Asociación en ese territorio”.
Estudiante de Ciencias Políticas y Sociología del mismo centro de altos estudios, Rocío Raya confiesa: “Viajar a Cuba fue el sueño de mi vida durante muchos años. Vine como miembro de un sindicato de estudiantes, y para poder hacerlo pedí una subvención a la universidad, amparada por un proyecto existente entre esta y la Asociación. Al preguntarle cómo le ha ido, respondió de una forma muy propia de su país: “¡Genial, genial!”
Gran sacrificio
Al remitirse a la historia de las brigadas, Manuel Lleonart precisa que, en los primeros años, a ellas se sumaban entre 30 o 40 personas, pero ya no es igual porque, a causa de la crisis económica, es muy difícil costearse el viaje y la estancia en Cuba.
“Hacerlo representa un gran sacrificio, porque no es sencillo llevar a cabo el desembolso de dinero requerido para ello, pues un viaje a directos y de compañías con destino a Cuba.
“De hecho, en esta ocasión, dos de las tres primeras personas que integraron la brigada vinieron subvencionadas por la Universidad de Valencia, en virtud de un proyecto de colaboración entre esta y la Asociación. Este año hemos tenido la suerte de contar con un grupo que tiene muchas ganas de trabajar y colaborar, y sobre todo, de conocer, que también es muy importante”.
Ayuda inestimable
Tatiana Saavedra Escalona se desempeña como directora de la Escuela Especial de Autismo Cheché Alfonso —Efraín Alfonso Liviano—, destacado miembro de los grupos de acción del Movimiento Revolucionario 26 de Julio desaparecido tras ser detenido por los cuerpos represivos de la tiranía batistiana, el 18 de marzo de 1958, en La Habana.
La directiva manifestó a Trabajadores el agradecimiento de su colectivo por “la ayuda que nos han brindado para la escuela, en realidad para nuestros niños, pues son especiales y tienen que estar en locales agradables, con condiciones favorables.
“Han trabajado alrededor de dos semanas, pintando los locales más afectados y lo han hecho con entusiasmo y total entrega. Pienso que es una ayuda muy buena y no va a ser la primera vez; quizás vuelvan en otro momento y la ayuda sea para otro lugar, pero en cualquier sitio de nuestro país siempre serán bien recibidos, y nosotros jamás los olvidaremos”.
Acerca del autor
Graduada de Licenciatura en Periodismo, en 1972.
Trabajó en el Centro de Estudios de Historia Militar de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), en el desaparecido periódico Bastión, y como editora en la Casa Editorial Verde Olivo, ambos también de las FAR. Actualmente se desempeña como reportera en el periódico Trabajadores.
Ha publicado varios libros en calidad de autora y otros como coautora.
Especializada en temas de la historia de Cuba y del movimiento sindical cubano.