Desde el pasado 18 de julio la información comenzó a circular por Internet y muchos periodistas, peloteros, directivos, santiagueros, cubanos todos, nos preguntamos lo mismo: ¿Qué Antonio Pacheco pidió asilo político en Estados Unidos? ¿Qué está realizando trámites de refugio?
Entre la incertidumbre y la realidad el único hecho real, probado y que podía comprobarse con facilidad era que sí, que el llamado Capitán de Capitanes estaba en Tampa, junto a su esposa, incluso desde varias semanas atrás, tal y como reflejaba un video casero tomado por el pelotero Yobal Dueñas y circulado en youtube.( www.youtube.com/watch?v=IiMymTM01m8)
A partir de ahí, la noticia comenzó a girar, como casi siempre pasa, al tono político, sin probar con autoridades migratorias u otras fuentes los términos de “asilo o refugio”, sin declaraciones del principal protagonista del hecho, a quien solo mostraban y valoraban, una y otra vez, como la última derrota del sistema deportivo y, por supuesto, del sistema social construido en Cuba desde 1959.
Y es cierto que Pacheco no solo fue un ídolo del béisbol, sino de un país. Fue uno de sus grandes ejemplos y modelos de deportistas por más de dos décadas. Entre otros importantes y únicos lauros integró todas las selecciones nacionales de béisbol desde las categorías infantiles hasta las mayores. Dirigió luego el equipo Santiago de Cuba con el que se coronó tres veces y en el 2008 estuvo al frente del conjunto nacional en los Juegos Olímpicos de Beijing, donde terminó con plata.
Sin embargo, volvamos a la noticia y no al jonrón mediático que han querido dar www.cafefuerte.com, www.elnuevoherald.com y www.diariodecuba.com, por solo mencionar tres de los sitios más agresivos, que replicaron el reporte a partir de la interpretación que más convenía para desmoralizar no a Pacheco, sino a la Revolución Cubana.
¿Que el otrora camarero decidiera viajar desde Canadá, donde tenía un contrato de trabajo legal y público, hacia Estados Unidos para visitar o emprender un proyecto de trabajo junto a Yobal Dueñas y el receptor Ángel López (algo que no lo dice nunca el video casero y se puede comprobar) es acaso delito si aplicamos las leyes establecidas en el país norteño o la más reciente política migratoria aprobada en nuestro país?
Podemos muchos no compartir moral, afectivamente y hasta en lo político la decisión de Pacheco respecto al lugar escogido para su nuevo trabajo si finalmente es cierto que trabajará allí. Pero eso no significa que deje de ser cubano ni que sea un enemigo para su pueblo, siempre y cuando no se dedique al tráfico o piratería de nuestros talentos del béisbol, a desdeñar lo que aprendió en toda su carrera deportiva, a inflar mentiras e historias pasadas o coquetear con los terroristas que sí quieren hundir a Cuba y a los millones que vivimos aquí.
Y hasta hoy 29 de julio no lo ha hecho. Ninguna declaración, entrevista o aparición pública suya puede consultarse en medios de prensa estadounidenses, redes sociales, blog, etcétera, y los propios sitios antes mencionados reconocen —al menos uno lo hizo— que no pudieron contactar a Pacheco o lo que es igual, no quiso dar declaraciones.
En el propio video mencionado no hay tampoco ni una palabra suya, lo cual sigue mostrando que estamos en presencia de algo tan normal como irse a trabajar a un lugar que no es su país y punto.
Es cierto que a muchos santiagueros, colegas y cubanos nos duele y no estamos acostumbrados todavía a deslindar las pasiones, la política y la cubanía con acciones como estas, porque resulta verdaderamente difícil deslindarlas cuando son nuestros íconos los que están en la acera del vecino que más asfixiado nos ha tenido por más de cinco décadas.
A diferencia de lo que los medios no han dicho, este periodista sí tiene una declaración de Pacheco (grabada), tras una entrevista concedida en el estadio Guillermón Moncada en el 2009. Una de las preguntas versaba sobre su decisión de haberse quedado en Cuba a partir de las tantas ofertas que recibió para jugar en Grandes Ligas. Recordar su respuesta no es hoy una defensa a su persona, es solo una huella de lo consecuente que espera todavía su pueblo que sea, viva donde viva.
“Pacheco no se quedó porque, con toda sinceridad, vengo de una familia muy humilde, de un padre muy sacrificado, que me dieron una formación donde lo principal siempre fue el amor a la patria, el amor a su familia, a sus amigos, a este pueblo que ve a uno. Fui criado y formado de esa forma y después que tuve la posibilidad, la oportunidad de crecer, de ver y de poder pensar vi que el mundo no es como a veces nos los ponen o nos venden.
Jamás me pasó por la mente dejar un equipo o abandonar el país. Me mantuve siempre en la línea que tenía que mantener., Le doy gracias a mis padres por la formación que me dieron, a mi familia, a los amigos que se reunieron conmigo y me hablaban, a los dirigentes que hablaron conmigo, a nuestro Comandante en Jefe, que es una gente de principio y me enseñó que esta era una sola línea.
Y soy feliz, quizás no tenga todo lo que tenía que tener, pero tengo muchas cosas, tengo mucho, mucho cariño de la gente y olvídate que me voy a morir rico con eso”.
Ojalá no se olvide nunca de morir rico con su gente.