A las puertas de otro cumpleaños, Santiago de Cuba desborda las fantasías de los más soñadores y trasciende por encima de sus límites geográficos por tantísimas cuestiones que le dan un toque de exclusividad.
Fue la primera capital que tuvo la nación, ha sido protagonista de buena parte de los hechos más gloriosos de la patria, soportó terremotos y ciclones devastadores aprendiendo a recomenzar de cero, y es la única del país con la Orden Antonio Maceo y el título de Ciudad Héroe de la República de Cuba.
El jolgorio por este 499 aniversario tiene lugar en medio de un quehacer de reanimación, construcción y mantenimiento, que apuesta —con apego a lo expresado por el General de Ejército Raúl Castro Ruz— para lograr una ciudad más bella, higiénica, ordenada y disciplinada.
A las puertas de su cumpleaños 499, y camino al medio milenio de fundada, Santiago de Cuba va ataviándose, combinando vetustez y modernidad, mostrándose seductora y abriéndose a todas aquellas cosas que lleguen para bien propio y de los hombres y mujeres que la habitan, esos que disfrutan el orgullo de vivir en una ciudad que renace.