En la localidad de El Trigal, en la capital, funciona la única cooperativa no agropecuaria de comercialización mayorista. Foto: Heriberto González
Más de 11 mil 500 trabajadores vinculados con los servicios gastronómicos, técnicos y de comercialización agropecuaria en todo el país están incorporados a formas no estatales de gestión económicas, dio a conocer este viernes Ada Chávez, viceministra de Comercio Interior (MINCIN).
En información a la prensa, la funcionaria indicó que, de ellos, poco más de 8 mil laboran en locales cedidos en arrendamiento y 3 mil 450 en cooperativas no agropecuarias.
Hasta el momento han sido autorizadas a funcionar 189 de esas cooperativas en centros de la gastronomía cubana, 102 en tareas de comercialización agropecuaria y 32 en servicios personales técnicos y personales.
Calificada como forma preferente con respecto a otras formas de gestión no estatal, las cooperativas no agropecuarias son promovidas sobre todo en actividades cercanas a la población y serán consideradas dentro del sistema de planificación de la economía nacional.
Con personalidad jurídica ─no así el trabajador por cuenta propia─ estas cooperativas son regidas como norma por la oferta y la demanda, se caracterizan por la propiedad colectiva, y que no podrán ser vendidas ni transmitida su posesión.
Al valorar los aciertos y dificultades presentes hoy en las nuevas formas de gestión no estatal en el comercio interior de la isla, la viceministra del MINCIN dijo que existían demoras con la firma de los contratos de electricidad, agua y teléfonos para esas unidades, así como incumplimientos en las entregas de los productos del plan certificado por las empresas.
Asimismo, falta de preparación de trabajadores, cuadros y funcionarios para asumir los cambios asociados a los nuevos modelos de gestión, y un deficiente funcionamiento de las comisiones de los Grupos Provinciales de Trabajo, creadas al efecto.
Entre los aciertos ya exhibidos por las nuevas formas de gestión no estatal vinculadas al comercio interior, se encuentran el incremento del ingreso de los trabajadores, así como una mejor calidad en la oferta e incremento del horario de servicio.
Además, mayor reanimación de las unidades gastronómicas, un aspecto que aún no tiene igual significación en la actividad de los servicios personales y técnicos.