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Putin por una América Latina unida, sostenible e independiente

Moscú.— El presidente Vladímir Putin ex­presó este jueves el interés de Rusia en una América Latina unida, fuerte, económicamente sostenible y políticamente independiente.

En una entrevista exclusiva a Prensa La­tina, antes de viajar a Cuba, Argentina y Bra­sil, Putin consideró que los procesos de integración de Latinoamérica demuestran la aspiración a la consolidación política de la región y el fortalecimiento de su influencia en el mundo.

Trabajadores pone a disposición de los lectores la entrevista realizada por Prensa Latina:

América Latina

Prensa Latina: Los líderes rusos no visitan América Latina con tanta frecuencia como otras partes del mundo. ¿Qué puede ofrecer hoy Latinoamérica a Rusia y viceversa, en un sentido más amplio?

Presidente Vladímir Vladímirovich Pu­tin: Es poco probable que pueda estimarse las relaciones entre los Estados y, lo principal, entre naciones solo por el número de visitas de alto nivel. Lo más importante es el beneficio mutuo que nos da nuestra cooperación. Pre­cisamente esto es la base más segura y confiable para desarrollar los vínculos multifacéticos entre Rusia y América Latina.

América del Sur o —hablando en el sentido amplio de la palabra— América Latina es una región autóctona, cercana a nosotros en espíritu y cultura.

El muralismo mexicano y el tango argentino, la canción peruana El cóndor pasa y poemas de Pablo Neruda ya hace mucho tiempo se han convertido en parte del patrimonio mundial. Todos nosotros nos inspiramos por las obras del gran escritor y pensador colombiano Gabriel García Márquez y nos admiramos por las creaciones del arquitecto brasileño Oscar Niemeyer.

América Latina es una fuente riquísima de recursos naturales, como son el petróleo y la bauxita, el agua dulce y los alimentos. Los países de esta región poseen una experiencia muy interesante de crear modelos del desarrollo democrático y del crecimiento económico con el importante componente social, los cuales son bastante estables y sostenibles.

Las naciones latinoamericanas que lucharon por su independencia nos inspiran mucho respeto por su autonomía y por su derecho de autodeterminación. Legendarios como Bolí­var y Martí, Che Guevara y Salvador Allende se conocen muy bien en nuestro país. El “continente ardiente” es no solo la característica de una determinada etapa del pasado latinoamericano. Es un símbolo de la aspiración a una vida mejor, prosperidad, progreso y justicia social.

Hoy la cooperación con los estados de América Latina es una de las direcciones claves y de muchas perspectivas en la política exterior de Rusia. El multilateralismo en los asuntos mundiales, respeto al derecho internacional, fortalecimiento del papel central de la ONU y el desarrollo sostenible son los principios que nos unen. Todo eso nos convierte en los socios a nivel internacional y nos permite desarrollar la interacción para resolver una amplia gama de problemas.Estamos agradecidos a los latinoamericanos por su apoyo en nuestras iniciativas internacionales, incluso en la desmilitarización del espacio, el fortalecimiento de la seguridad in­ternacional en materia de información, la inadmisibilidad de la glorificación del nazismo.

Es principalmente importante para noso­tros que en las relaciones entre Rusia y América Latina se mantenga la continuidad que refleje los intereses fundamentales y nacionales, independientemente de qué formación política encabece uno u otro país de la región en el mo­mento.

Sin embargo, si hablamos sobre el aspecto material de la cooperación, aspiramos a au­mentar la interacción económica y comercial, ante todo su componente de inversión. Esta­mos interesados en crear alianzas plenas, tecnológicas, de proyectos y producción con los países de la región, aprovechar al máximo las posibilidades de las economías complementarias, cooperación en esferas tan necesarias como la petrolera y gasífera, hidroenergética y la energía nuclear, la construcción de aviones y de helicópteros e infraestructura y, en los últimos tiempos, también la biofarmacéutica y las tecnologías de la información.

Continuaremos apoyando en la práctica a los latinoamericanos en su lucha contra las nuevas amenazas, incluso en la preparación de policías antidrogas en los cursos regionales en Managua y en Lima. Fortaleceremos la interacción específica en la eliminación de los daños de los desastres naturales.

Consideramos importante contribuir a la ampliación de las relaciones humanitarias, estudiantiles, intercambios de jóvenes y turistas, contactos entre personas. Con vistas a la solución de ese problema, recientemente se estableció el régimen sobre la supresión de visados para los viajes mutuos de los ciudadanos de ambos países, el cual abarca casi todos los países de América del Sur y otros de América Central y del Caribe, y el número de estados crecerá.

PL: ¿Qué piensa Ud. de las nuevas pla­taformas de integración, como CELAC, UNASUR y ALBA? ¿Cuáles son los vínculos que podría desarrollar Rusia con estas asociaciones?

VVP: Estamos interesados en una Amé­rica Latina unida, fuerte, económicamente sostenible y políticamente independiente, que se está convirtiendo en una parte importante del mun­do policéntrico y emergente. Esta región posee tradiciones arraigadas de amor a la libertad y respeto a otra nación y cultura, y, en general, no tiene contradicciones graves entre los estados, así como que carece de ganas de jugar en una estrategia de “divide y vencerás”.  Por lo contrario, la gente de esta región está dispuesta a trabajar juntos para defender su común “casa latinoamericana”.

Los procesos de integración en América Latina reflejan en muchos aspectos las tendencias mundiales del desarrollo de la integración regional y demuestran la aspiración a la consolidación política de la región y el fortalecimiento de su influencia en el mundo.

Sobre todo quisiera destacar la Comu­nidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Se trata de la asociación de todos los países del continente que está diseñada para ser el foro de consulta sobre asuntos regionales, sin participación e impertinente intervención del exterior. Celebramos la buena disposición de la CELAC para establecer contactos con los países fuera de la región, incluso con Rusia. El año pasado la reunión de Ministros de Rela­ciones Exteriores de Rusia y la Troika Ampliada de la CELAC tuvo lugar en Moscú. Ahora es importante determinar las direcciones especí­ficas de interacción. Estamos dispuestos a trabajar.

Consideramos prometedor el establecimiento de los contactos entre la CELAC y los países miembros de la Unión Aduanera – el Espacio Económico Común. Rusia junto con Belarús y Kazajstán amplía los procesos de la integración (en mayo se firmó el Tratado sobre la Creación de la Unión Económica Euroa­siática que entrará en vigor desde el 1 de enero de 2015.) Se está formando uno de los mercados comunes más grandes en el mundo, que incluye una población de casi 170 millones de personas y en la que hay una libre circulación de capitales, bienes, servicios y mano de obra. Es el mercado que funciona sobre la base de los principios universales, las normas y reglas de la OMC. Esto mejora significativamente el am­biente para hacer negocios en el espacio euroa­siático, amplía las posibilidades para el de­sarrollo de los contactos empresariales mu­tuamente beneficiosos con los socios de otros países.

Quiero señalar que estamos abiertos para     la interacción sustantiva también con otras aso­cia­ciones de integración en la región latinoamericana, incluso en el marco de la Comu­nidad que está emergiendo. Tengo en cuenta la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), el Mercado Común del Sur (MERCOSUR), la Alianza Bolivariana para los Pue­blos de Nuestra América (ALBA), la Alianza del Pacífico (AP), el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), la Comunidad del Caribe (CARICOM).

Lo más importante es que todas estas asociaciones, al establecer sus propias relaciones exteriores, trabajen para la unidad y no para la separación de los países latinoamericanos, incluso por criterios políticos e ideológicos. Esperamos que el fortalecimiento de la cooperación multilateral sirva como un factor adicional del desarrollo próspero de nuestras relaciones bilaterales con colegas latinoamericanos.

Cuba

PL: Cuba y Rusia tienen una larga tradición de las relaciones bilaterales y ambos países se esfuerzan por desarrollarla en el espíritu de la cooperación estratégica. ¿Cuál es la esencia medular de las relaciones ruso-cubanas hoy? ¿Cómo ve su futuro?

VVP: Las relaciones ruso-cubanas se basan en la larga tradición de amistad inquebrantable y en la gran experiencia de una cooperación fructífera que es única en muchos aspectos. El pueblo ruso siente una sincera simpatía por los cubanos y les respeta. Estoy convencido de que estos sentimientos son mutuos.

Como es conocido, en los años noventa del siglo XX los ritmos de nuestra cooperación bilateral se redujeron y los socios extranjeros de otros países nos dejaron atrás en varias áreas. Por ejemplo, los canadienses ofrecieron a Cuba proyectos conjuntos prometedores en la industria minera, los europeos desarrollaron activamente el turismo. Estamos dispuestos a recuperar las posibilidades perdidas.

Hoy Cuba es uno de los principales socios de Rusia en la región. Nuestra cooperación es de carácter estratégico y está orientada a largo plazo. Efectuamos una coordinación estrecha en el campo de la política exterior, incluso en el marco de las organizaciones multilaterales. Nuestras posturas respecto a muchos temas globales y regionales coinciden.

La tarea prioritaria que está en nuestra agenda bilateral es la ampliación de los vínculos económicos sobre la base del Programa Inter­gubernamental para la Cooperación Econó­mico-Comercial y Científico-Técnica para los años 2012-2020. Se estudian grandes proyectos en el campo de la industria y las altas tecnologías, la energía, la aviación civil, el uso pacífico del espacio cósmico, la medicina y la biofarmacéutica.

Una de las más importantes áreas de nuestro trabajo conjunto es intensificar los intercambios humanitarios. Se ha convertido en una buena tradición celebrar en Cuba las giras de las compañías musicales y teatrales rusas y organizar las exhibiciones de gran escala. Seguiremos desarrollando los contactos juveniles y científicos, la cooperación en la esfera de la educación y el turismo.

En una palabra, somos optimistas sobre el futuro de las relaciones ruso-cubanas. Hay buenas perspectivas prácticamente en todas las áreas clave de la cooperación bilateral.

PL: Los volúmenes del comercio y de las inversiones entre Moscú y La Habana todavía no han alcanzado el mismo alto nivel que las relaciones políticas y diplomáticas. ¿Qué pasos podría ofrecer Rusia para aumentar los volúmenes de las inversiones rusas en Cuba y ampliar considerablemente el co­mercio entre los dos países? ¿Hay algunos grandes proyectos en Cuba con la realización de empresas rusas?

VVP: Los lazos ruso-cubanos en el campo del comercio y de la inversión tienen gran potencial. Con el fin de realizarlo de manera efectiva la Comisión Intergubernamental fun­ciona regularmente. Su 12 reunión está prevista para el otoño de este año en La Habana. Hemos establecido una estrecha cooperación entre las estructuras empresariales (los Conse­jos Empresariales Rusia-Cuba y Cuba-Rusia). Nuestras empresas tradicionalmente han participado activamente en la Feria Internacional anual de La Habana, en la que en 2013 los productos de 50 empresas rusas fueron presentados.
Vemos todas las posibilidades para que lleguemos a un nivel de cooperación cualitativamente nuevo incluso por medio de los grandes proyectos conjuntos.

En particular, en agosto de 2013 la compañía Zarubezhneft, S.A. comenzó la perforación del primer pozo de explotación en el yacimiento Boca de Jaruco.

En el futuro próximo se asimilarán nuevos yacimientos de la plataforma marítima de Cuba. Con estos fines las compañías Zaru­bezhneft, S.A. y NK Rosneft, S.A. cooperan activamente con la empresa estatal cubana Cupet.

La compañía INTER RAO, S.A. planea in­corporarse a la construcción de las unidades de generación eléctrica para las centrales termoeléctricas Máximo Gómez y del Este de La Ha­bana. Se han suministrado equipamientos eléc­tricos y energéticos a Cuba.

Debido al desarrollo en Cuba de la zona económica especial del Mariel mostraron interés por establecer cooperación una serie de empresas rusas especializadas, en particular, en la fabricación de los productos de plástico armado, de piezas de repuesto para automóviles, en el ensamblaje de tractores, en el montaje de maquinaria pesada para la industria ferroviaria.

Está en la etapa de estudio el proyecto de gran escala con la participación de Rusia, Cuba y la posible participación de las inversiones de terceros países para formar un gran nudo de transporte. Este presupone la modernización del puerto del Mariel y la construcción de un moderno aeropuerto internacional con una terminal de carga en San Antonio de los Baños.

Atribuimos una gran importancia a la cooperación en el ámbito de las altas tecnologías. En particular, estamos trabajando activamente para construir en la isla la infraestructura terres­tre del sistema de navegación ruso GLONASS, para suministrar a Cuba los productos, servicios y tecnologías en el campo de la teledetección de la Tierra y de las telecomunicaciones por satélite.

El hecho de que Rusia tomó la medida sin precedentes (nosotros condonamos el 90 % de la deuda cubana de los créditos concedidos en la época soviética) demuestra el carácter estratégico de las relaciones bilaterales. El monto total de la deuda es enorme (más de 35 mil millones de dólares). El correspondiente Con­venio Intergu­ber­na­men­tal fue firmado en oc­tubre del año pasado y ahora está en la etapa final de su ratificación. Al mismo tiempo el  10 % restante, que es 3,5 mil millones de dólares, serán invertidos justamente en Cuba en los significativos proyectos de inversión que nosotros con la parte cubana planificamos elegir y concertar. Los proyectos abarcan las áreas de desarrollo social y económico de la República. Contamos con que esas inversiones sean fructíferas.

PL: ¿Cómo se desarrollan las relaciones tradicionales entre nuestros países en el campo humanitario, cultural y turístico?

VVP: Consideramos prioritario el desarrollo de las relaciones en estos ámbitos. Decenas de miles de cubanos se graduaron en los centros de educación superior de nuestro país. Anualmente damos a los estudiantes cubanos la oportunidad de estudiar en las universidades rusas a cuenta del presupuesto del Estado (para el año académico 2014-2015 concedimos a Cuba 100 becas).

Los proyectos conjuntos en el campo del teatro y del arte musical se realizan con gran éxito. El ejemplo convincente de ello es el triunfo que obtuvo en octubre del año pasado en La Habana la escenificación de Anna Karénina, del Teatro de Evgeni Vajtángov, que fue reconocida en Cuba como el mejor espectáculo ex­tranjero de 2013. Rusia participa activamente cada año en las Ferias Inter­na­cionales del Libro de La Habana, entre ellas la 23ra. Feria que tuvo lugar en febrero de este año. Apre­ciamos la oportunidad de dar a conocer a los cubanos la literatura clásica y moderna de Rusia.
Está bien que después de una pausa de muchos años Cuba haya vuelto a la Aso­ciación Internacional de Profesores de Len­gua y Literatura Rusa. El grupo de especialistas en el idioma ruso fue establecido ante la Asociación de Lingüistas de Cuba, y los cursos especializados fueron abiertos sobre la base de la citada cátedra de la Universidad de La Habana.
El monumento verdadero de la amistad ruso-cubana es la Catedral Ortodoxa que funciona en La Habana y que fue construida en 2008 por la iniciativa del líder de la Revolución cubana, Fidel Castro.

Hace menos de un mes una delegación de jóvenes cubanos visitó nuestro país en el marco del Programa Nueva Generación para los viajes de familiarización a Rusia de los jóvenes representantes de los círculos políticos, sociales, científicos y empresariales de los Estados extranjeros. Estos viajes han sido realizados ya por segundo año. Contamos con que sean organizados con regularidad.

Consideramos mutuamente beneficiosa y prometedora la cooperación en el sector turístico. El año pasado aproximadamente 70 mil ciudadanos rusos visitaron la isla. Actual­men­te damos pasos para aumentar la cantidad de compañías aéreas que realizan los vuelos directos entre ciudades de los dos países. Por lo tanto, planificamos asegurar el crecimiento sostenible del flujo de turistas rusos a Cuba.

Argentina

PL: ¿Cuáles son las tendencias principales del desarrollo de las relaciones argentino-rusas? ¿Qué espera usted de la visita a este país? ¿Qué objetivos espera alcanzar para que pueda considerarse un éxito la visita?

VVP: Rusia y Argentina tienen una historia de relaciones estrechas e interacción mutua que dura más de 100 años. Se dice que cada sexto argentino tiene por lo menos una pinta de sangre rusa. Para muchos procedentes de nuestro país Argentina se convirtió en la segunda patria. En 2015 vamos a celebrar los 103 años del establecimiento de las relaciones diplomáticas.

Argentina hoy es uno de los principales so­cios estratégicos de Rusia en América Latina, en la ONU y en el G-20. Nuestros enfoques de las principales cuestiones de la política internacional son parecidos o coincidentes. Igual­mente entendemos que es necesario formar un orden mundial nuevo, más justo y policéntrico que se base en el derecho internacional y en el papel central coordinador de la ONU. Un buen ejemplo de la cooperación de nuestros países fue la firma de la Declaración conjunta entre la Federación de Rusia y la República Argentina de no ser los primeros en emplazar armas en el espacio cósmico.

Aprecio mucho el diálogo constructivo y de confianza con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Veo mi visita a Buenos Aires como una posibilidad de discutir sobre todas las cuestiones actuales de la agenda bilateral e internacional, seguir el intercambio fructífero de opiniones sobre los modos de profundización de las relaciones en distintas esferas y marcar conjuntos proyectos de cooperación mutuamente ventajosos.

PL: El nivel actual del intercambio comercial entre Rusia y Argentina es relativamente bajo. ¿Qué, en su opinión, se debe hacer para impulsar las relaciones económicas entre los dos países?

VVP: En 2009 nuestros países firmaron el Plan de acción para el establecimiento de relaciones de cooperación estratégica, sobre la base de que estamos trabajando fructíferamente en los últimos años y parece que hemos conseguido un nivel alto de realización de los objetivos contemplados.

Cuando hablamos de números es importante qué estamos comparando. En la última década el volumen del comercio argentino-ruso se ha multiplicado por seis y ha alcanzado una marca firme de 1,8 mil millones de dólares, lo cual hace considerar a Argentina como uno de los principales socios económicos y comerciales de Rusia en la región de América Latina.

La cooperación se realiza en beneficio mutuo. Por ejemplo, estamos comprando la producción agrícola necesaria en nuestro país a niveles requeridos. La cuarta parte del total de la energía eléctrica en Argentina está generada por las turbinas fabricadas en Rusia.

Por otro lado, los proyectos realizados por los empresarios rusos y argentinos en las esferas de energía renovable, energía eléctrica, petróleo y gas, maquinaria de transporte y otras áreas no han generado un incremento significativo del intercambio comercial bilateral. Aquí hay posibilidades de mejorar.

Vamos a prestar una atención especial a la intensificación de la cooperación tecnológica e inversionista, especialmente en los sectores de energía, energía atómica y maquinaria. La cooperación en la Antártida parece prometedora. Pienso debatir todas esas cuestiones durante las negociaciones con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

PL: En marzo se difunde una información de que Argentina podría ser el sexto país de los BRICS. La idea fue apoyada por tres países del quinteto: India, Brasil y República de Sudáfrica. ¿Qué opina Rusia? ¿Es racional ampliar el BRICS? ¿Cuáles son los criterios para que un país se adhiera al BRICS?

VVP: Rusia valora el deseo del gobierno argentino de unirse a los BRICS. Es muy posible establecer relaciones de alianza estratégica entre los BRICS y Argentina —lo mismo que con otros países en desarrollo— en los aspectos de política internacional, economía y finanzas.

No obstante, la cuestión de aumentar el número de miembros de los BRICS por ahora no se considera. Primero se debe optimizar todos los numerosos formatos de la cooperación establecidos en el grupo.

No hay criterios rigurosos para que un estado se una a los BRICS. La decisión se toma individualmente.

En general, hoy en día más y más países ven las perspectivas de nuestra agrupación. Por eso es probable que en el futuro se plantee la cuestión acerca de una ampliación gradual de los BRICS.

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