Las principales líneas de trabajo definidas por la Comisión Central de Recreación con respecto a la forma de emplear el tiempo libre de los ciudadanos fueron presentadas este jueves ante los diputados que integran la estructura de la Asamblea Nacional del Poder Popular y que, de forma permanente, se ocupan de evaluar los temas vinculados a la educación, la cultura, la ciencia, la tecnología y el medio ambiente.
Joan Cobo Mijares, representante de la UJC en la Comisión de Recreación, fue el encargado de explicar los criterios que para este verano han comenzado a rectorar la vida en los territorios con vistas a planificar el ocio de más de medio millón de cubanos que recesan sus actividades docentes (y de otro tipo) durante los meses más calurosos del año.
Comentó que luego de evaluar las investigaciones realizadas por diferentes instituciones de las ciencias sociales en Cuba (Centro de Estudios sobre la Juventud, Centro de Estudios Sobre Opinión del Pueblo, Instituto de Investigación Cultural Juan Marínelo, Centro de Investigaciones Sociales del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) y la Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte «Comandante Manuel Fajardo?), se definió que en el concepto de recreación no se pueden obviar elementos como el de la ¿plena libertad de elección? pues la forma en que las personas se divierten y entretienen no puede imponerse ni administrarse, en todo caso se educa garantizando una oferta estable que responda a los intereses etarios, que tome en cuenta las tradiciones y costumbres de las regiones y localidades, así como los niveles de instrucción, cultura y las condiciones económicas de la familia e individuos receptores.
Corresponde al Estado facilitar y promover las ofertas teniendo en cuenta que la recreación es una necesidad del ?del proceso de renovación consciente de las capacidades físicas, intelectuales y volitivas del individuo? y que esta puede gestionarse tanto en el plano social como en el personal.
Joan reconoció que la comisión conoce de las insatisfacciones existentes en torno a que un número considerable de las ofertas más atractivas y con mayor calidad se vuelven prohibitivas para muchos por sus altos precios; que en no pocas ocasiones la promoción es inadecuada o escasa y que la situación es mucho más grave en los municipios periféricos y en las zonas apartadas.
La solución pasa entonces por reforzar el barrio como el verdadero protagonista de la recreación en el territorio, así como por convertir a la escuela en el centro cultural más importante de la localidad.
Ambos propósitos están planteados desde hace varios años pero tal como reconoció Mirtha Millán, diputada por el municipio de Isla de la Juventud, aún falta mucho para lograrlo.
No obstante, las autoridades de los territorios tienen la responsabilidad de avanzar en la planificación de propuestas recreativas que incluyan y estimulen el talento y la creatividad en las localidades.