Siendo los padecimientos cardiovasculares la segunda causa de muerte en Sancti Spíritus, el hecho de que fallezca solo el 4 % de las personas que llegan con infarto agudo del miocardio al servicio de cardiología del Hospital Universitario Camilo Cienfuegos, resulta un paso esperanzador.
La mencionada patología deviene la primera causa de ingresos a esa área del centro médico espirituano, a la que cada mes llegan unos 70 afectados con este u otro padecimiento. El doctor Manuel José Lage Meneses, especialista de segundo grado en Cardiología y jefe del referido servicio en la institución hospitalaria, informó a la prensa que “las muertes por infarto agudo del miocardio han descendido, pero la cifra pudiera ser menor”.
El estrés, la obesidad, el hábito de fumar, la ingestión de bebidas alcohólicas y el sedentarismo fungen como detonantes para la enfermedad. El galeno advirtió, asimismo, que “realizar ejercicios físicos y controlar afecciones perjudiciales para el corazón como lipidemias, diabetes mellitus o hipertensión arterial también son medidas esenciales para evitar uno de los males que más muertes provoca”.
Además de no asumir un estilo de vida saludable, ciertas irregularidades en los distintos niveles de atención y las carencias de recursos provocadas por el bloqueo económico también influyen en los índices actuales de decesos por infartos.
La insuficiencia cardiaca es otra de las patologías que afecta sobremanera a los espirituanos, debido al acelerado envejecimiento poblacional latente en el territorio.
“Las limitantes financieras del país laceran la ejecución de estudios invasivos como las coronariografías e igualmente dificultan el empleo de la angioplastia con stent, o de las cirugías cardiovascular y coronaria; estas últimas practicadas en el Cardiocentro de Villa Clara”, aseguró Lage Meneses.
De 120 a 130 marcapasos son colocados anualmente por especialistas del servicio de cardiología en Sancti Spíritus, un espacio que asume cuidados mínimos, de terapia intermedia e intensiva. La preparación de residentes, los seguimientos a los pacientes que lo requieran y las ecocardiografías resultan otras tareas para personas que trabajan, de y para, el corazón.
